『 ADDICTION! 』 »Emisión«

｢ 4 ｣

Gray me llamó esa noche, hablamos media hora sobre materia de inglés que no entendía. Corte la llamada con un pesado suspiro, me puse pijama y mamá de seguro me veía fijamente para iniciar una plática.

—¿Es por el chico de tu universidad? — la imagen de Natsu aparece más rápido que búsqueda de Google —Gray no es mal muchacho, lleva años sin quitarte el ojo de encima.

—Y yo solo miro mi futuro —dije guardando el último cuaderno de mañana —No quiero nada con Gray, no puedo asumir algo que no es.

Mamá acarició mi cabeza y rió con ternura, me sentí terca conmigo misma.

— Esta bien, pero algún día dirás lo contrario— apagó la luz.— Buenas noches Lucy.

Buenas noches...

Me arrojé como saco a mi cama mirando el techo, iluminado con estrellas que brillaban en la oscuridad.
El celular de Natsu me sacó de mis pensamientos y veía como aparecía un mensaje emergente. Al tomar el celular presioné por casualidad el mensaje.

Luego de la fiesta iremos al muelle
¡Ya sabes!
-Sting

¿El rubio? Apagué el teléfono, no quería ver eso y de seguro me va a reprimir por invadir su privacidad.

>>>

— ¿Entonces se fueron juntos ayer?— Preguntó Levy con los ojos abiertos a más no poder mientras caminamos por los pasillos—  Pe...Pero...

— Oye, no grites— Entramos al baño y cuando salió la última chica le mostré el teléfono— Solo quiero devolvérselo, pero hoy ni a clases vino.

— Fue a tu casa, olvidó su teléfono ¿Olvidó su ropa también?— Levy entrecerró sus ojos buscando que le dijera algo inesperado.

Antes de poder guardar el teléfono una albina entró. Miró de reojo el teléfono en  mis manos y entró al primer baño.

Levy y yo nos miramos nerviosas y salimos de ahí.
Antes de poder ir a nuestro salón la chica nos pide detenernos.

— ¿Es el teléfono de Natsu?— me estremecí. Me giré lento y la chica estaba nerviosa— Responde por favor.

— Él lo ha olvidado, pensé que vendría a clases— La chica suspiró aliviada— Lo siento, si eres su amiga ¿Puedes devolvérselo?

— Podemos hablar en privado— Levy se aferró de mi brazo pero conservé la calma.

"Todo estará bien", le señalé a mi compañera, a quien ya le temblaba hasta la mandíbula. Levy se fue mirando atrás para asegurarse que estaba bien.

Cuando ella había desaparecido de los pasillos y nadie más parecía estar a los alrededores la albina me miró sonriente.

— Así que Natsu fue a tu casa— se balanceó con los píes.

— Ahh no me digas ... ¡¿Eres su novia?!—  Pregunté asustada—  ¡Lo-Lo siento, juro que no pasó nada!

— ¿Eh? No, te equivocas— dijo con delicadeza. Alcé mi cabeza y abrí los ojos lentamente, ella parecía serena—  Es que me sorprende que alguien le hable, o al menos... que él te hable.