『 ADDICTION! 』 »Emisión«

｢ 15 ｣

Hacían horas que no nos deteniamos ni por bencina, la música del radio se distorcionaba mientras las frecuencias cambiaban, pasamos la frontera sin que nadie sospechara nada, nos habíamos divido para viajar determinados días y nosotros eramos casi los últimos.

— Natsu, estás raro desde que subiste al auto, tranquilo compadre.

Zeref decía esas palabras cada vez que lo estimaba conveniente. "Estoy mareado" se había convertido en mi excusa durante el largo viaje que seguía.

— Dime Zeref, ¿Qué haces con el dinero que ganas aquí?

— ¿La verdad?— Sonrió un poco— Quería estudiar medicina y no pude pagar. Así que... quiero crear una clínica.

— ¡¿Tú de médico?!— Me largué a reír pero me detuve para no faltarle el respeto.

— Todos tienen anhelos. Di Maria perdió a sus padres en un accidente y por eso quiere tener su taller mecánico, Ajeel quiere viajar a Egipto
...

Y así fue como Zeref parloteó todo el camino sobre sus compañeros. Increíblemente conocía cada cosa que querían hacer con el dinero que ganaban. Autos, viajes, trabajar, incluso regalar.

Me quedé pálido cuando preguntó lo que hacía con mi dinero, pues había estado mirando mi brazo por mucho tiempo, todos creen que tengo diabetes, sin embargo estoy seguro que Mavis sabe que no, mucho menos él.

—

Pues, ya tengo departamento propio— Sonreí con algo de nervios y fingi tratar de dormir.

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— Bueno, llegamos... ¡Está nevando, quién lo diría!— Murmuró interrumpiendo la canción que tarareaba a gusto.

Un aire frío recorrió mi cuerpo erizando la piel. Me puse la chaqueta y abrí la ventanilla por unos segundos, el clásico aroma de las avenidas principales incluía toxinas de automóviles, cigarrillos, chimeneas etc.

Las calles con hielo provocaban un pequeño vaivén en el auto. Zeref se detuvo en un hostal donde ordenó dos habitaciones separadas.
Tomé las llaves y en vez de encerrarnos cada quién en su habitación salimos a caminar bien abrigados.

— Estoy hambriento, ¿Conoces un buen lugar aquí?— Asentí seguro.

Pero la ciudad había cambiado mucho en cinco años de ausencia. Lo sé, aqui estaba McDonald's y ahora está Starbucks.

Terminamos bebiendo en un bar. Me pasé de vasos y sentí que de a poco el alcohol se combinaba con la sangre haciendo que perdiera la razón.

— Vamos, Natsu. Estás diciendo muchas locuras por hoy— Entendí a medias.

Zeref me cargaba por las calles, disimulando un poco la ebriedad.

— Quiero caminar un poco más.

Zeref asintió pasando su brazo por mi hombro, caminando entre el poco gentío que se presentaba esa nevada noche.

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Lucy

— Según yo ella está exagerando— Levy dejó su café de lado tiritando como un cachorro. Cada día era gracioso discutir los problemas de los pacientes.