「 7 」

1.7K 175 19
                                    

— Señorita Heartfilia— Pronunció soberbio mi padre, quién miraba amenazante.

— Yo...— Sabía que Lucy quería huir en ese momento. No pude pensar algo bueno y mi cerebro se fundió en ese instante.

— Lucy me trajo porque bebí de más anoche— Me culpé de una forma estúpida— Le vomité encima y ... se quedo a dormir... Es mi culpa viejo.

— Ya habíamos hablado sobre llegar ebrio— Lucy fijó su mirada en mí y retrocedió hasta donde estaba yo— Si vas a hacerlo, procura no llegar antes de estar sobrio.

Entró furioso, pronto iba a desquitarse  conmigo. Por ahora Lucy estaba a salvo de un regaño de mi padre, mordi mi labio evitando el contacto visual con ella pero mi mente se volvía idiota y era masoquista. Me torturaba la mirada acusante que clavó en mi, sin embargo se ablandó, antes de desaparecer por la puerta se oyó un Gracias de su parte.

Me di un baño para calmar mi mente y me vestí rápido. Puse un cigarrillo y lo encendí al salir de casa. Cubrí mi cabello con una sudadera gris, acomodé mis audifonos y caminé vagando por la ciudad.

>>>

Entré rápido a la casa, sentí a mamá freír unos huevos para el desayuno, la casa los días sábado era bastante callada.

— Gracias por avisarle a tu madre que te quedarías en casa de Lisanna— Gritó alto mientras yo me dediqué a quitarme la polera de Natsu antes de que la viera.

Me puse una mía y arreglé mi cabello, lavé mis dientes sabiendo que iba a comer. Salí de mi habitación y mamá esperaba en la mesa.

— ¿Te lo ha dicho ella?— Asintió— Lo siento.

— ¿Te lo has pasado bien?— Preguntó untando mantequilla en el pan.

Claro, me lo pasé de lujo. Vi cosas asombrosas, sentía que el mundo explotaba a colores inimaginables por que estaba bajo la droga, estuve en la cama del hijo de tu jefe, dormi con su ropa e incluso vestí su polera.

— Sí— me limité a responder.

Tenía un sabor amargo en la boca, para emperorar la sentía seca y no fue a causa de la pasta dental. Quería darme un baño, lo necesitaba.
A pesar de la ducha caliente no me pude sacar de la mente todo lo ocurrido.

Al salir de la ducha cogí el teléfono y lo apagué, estando aquí mamá no debía recibir un llamado importante.

Tomé un libro de Psicología y me puse a leer, al día se hizo corto. Me quedé dormida sobre la cama, ni siquiera fui a cenar, tan solo sentí las sábanas cubrirme y mamá acariciar mi cabeza.
Susurró buenas noches y nuevamente caí en el sueño profundo y no desperté hasta que mamá me arrojó un peluche a la cara.

>>>

El día lunes llegó casi de golpe.
Caminé tranquila por los pasillos ignorando los rumores de la fiesta del viernes, ebrios, algunos que habían fumado marihuana. Al oir lo del ponche tragué duro para no levantar sospecha alguna.
Levy no llegó a la clase, por lo que me sentí sola.

Al salir de la primera clase iba a escribirle a Levy, preguntando el por qué no asistió cuando un casillero se cerró de golpe.
Sting y Natsu se estaban peleando por algo y la gente se acumulaba alrededor.

Traté de no mirar pero un impulso estúpido me atrajo a paso veloz por verle. Natsu caía al suelo con el labio roto mientras Sting se limpiaba la nariz que rompió en sangre luego de un puñetazo que le propinó el pelirosado.

『 ADDICTION! 』 »Emisión«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora