Posesivo

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Ella le dijo que ya no lo quería, que iba a marcharse. Él sólo se limitó a observarla con un dolor inquietante extendiéndose por todo su pecho, le pidió un último abrazo, era lo mínimo que ella debía darle después de destrozar por completo su corazón.

Terrible error cometió la chica al no darse cuenta del cuchillo que reposaba en sus manos, nunca habría esperado que él la asesinara de esa manera –con tanta rabia contenida–, hasta dejar su cuerpo inerte. Admiró por última vez su cadáver, un dolor profundo podía apreciarse en su rostro, pero si no era para él no sería para nadie.

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