26 | Obsesión

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Ésta nota a comparación de otras ha antes que nada,
pues después de mil crisis existenciales, hoy he regresado para poder continuar ésta historia que nunca tiene fin.
La espera valdrá la pena. Los amo.

Logan Henderson.

La amaba más que a nada en este jodido mundo. Quizás, el mundo no era el jodido, si no yo quien estaba más que safado.
La conocí desde antes que ella supiera que él la engañaba. Y aun así, me fue inevitable no enamorarme de su ingenuidad.
Cuando la ví entrar a una casa, dando pequeños saltitos como si fuera una niña, me di cuenta que ella no era la niña, ella llevaba a la niña. La esperé fuera, tal vez pensando que ésta vez si tomaría el valor para hablarle. No pasó. Sólo la vi salir, llorando como si le hubieran dado la peor noticia. Segundos más tarde, vi al causante de todo ese desastre y cómo no, él estaba semi-desnudo, no hay más que decir para saber qué fue lo que pasó.
Días más tarde la vi en el aeropuerto, tan destruida que su cuerpo ni siquiera vivía, ahí sin más, hice que nuestro primer encuentro se viera casual.
Debo de admitir, que ni siquiera podía cerrar los ojos sin verla a ella, pero en cuanto quería tocarla desaparecía. Así que mi corazón me mandó a buscarla, día y noche, aprendiendome de memoria cada gesto suyo.
La amaba cada día más.
-¿Tanto te ha dañado esa mujer, Logan?
Sí, estaba jodido, lo vuelvo a repetir.
-Julie, a mí nadie me destruirá de nuevo. -Mentí.
La cosa está en no decir lo que sabes que te podría dañar más, todo está en no darle armas a los demás para que te destruyan.
-Si no te amara, me daría asco verte así, pero como lo hago, sólo me dan ganas de besarte aún más. Si fuera ella yo te comería a besos todo el día.
Y es que cupido nunca dejaría de equivocarse al lanzar las flechas y por eso lo odiaba.
-Pero no eres ella, Julie. ¿No estás ya contenta al acabar con mi relación?
-Ella es una exagerada, a penas y te besé. No me dió tiempo para llevarte a mi casa. Supongo que será para la próxima.
-Maldita sea, tú acabaste con todo esto y sigues pensando que habrá próxima, estás equivocada, me das náuseas. Debí de contarle toda la verdad cuando pude y no guardarme las cosas.
-Pero no lo hiciste y gracias a eso mi sueño se cumplió. -Dijo desanimada.
Y es que Katelyn era la cuerda que le daba dirección a mi vida, que cuando la perdí me perdí también.
¿Cómo podía seguir sin la luz en mis ojos?
Ya la había perdido para siempre. Pero más aún cuando la volví a cagar, la noche en la que les mentí a todos y hasta a mí mismo, todo pasó tan pronto que ni a mis pestañeos se comparaban.
Resulta que después de ser abandonado recurría al alcohol cada vez que a mi mente venía, el problema es que la recordaba siempre. Y cegado decía cosas que jamás sentí, pero que esperaba sentir sólo para curarme.
Alguien parecida a un demonio se me acercó y, con unas caladas menos y unas caricias de más, la noche se nos hizo día y nuestro odio se hizo deseo. Cuando recobré razonamiento, la ví tendida en mi cama y tan sonriente que la podrías confundir con un ángel.
Me sentí asqueado y dije mil cosas para irme, una de esas fue vengarme.
Días enteros habían pasado y las llamadas no cesabanm
T

odo siguió hasta mil noches después, cuando harto de sus ojos, prometí hacerlo, y, dolido busqué sanarme dañando a quien me cosió.
-Es un trabajo sencillo, sé que puedes hacerlo, cariño mío. Me has dejado en claro que eres bueno en cualquier cosa. -Su tono pícaro era capaz de causarme sensaciones cercanas al asco.
Y es que jamás pensé llegar a un punto en dónde pensaba que era mejor abandonar todo sin luchar. Pero habia prometido cosas al demonio y ahora debía de cumplirlo, porque retarlo no era la mejor opción.
Puede que haya prometido destruir al amor de mi vida, me equivoqué, lo sé. Pero debía de hacer algo y, destruirla era la única opción para dejarla viva.
-Lo haré, lo haré, sólo necesito tiempo. -Dije harto.
-Has tenido demasiado tiempo y lo único que has hecho es observarla. -Dijo colérica.
¿Pero cómo no verla si ella sin querer captaba toda la atención de mi mundo? Ella era mi mundo, lo era.
-¿Celosa acaso? -Intenté calmar la tensión.
Digamos que con ella, nunca se sabía que podía pasar y sus respuestas siempre daban de que pensar.
-Por un carajo, claro que estoy celosa, ella siempre ha captado toda la atención y por más que intente sobresalir ella se lleva todo lo mejor y lo que yo quiero. Al carajo, sí estoy celosa, tu debiste de haber sido mío, así como Canela lo debió de haber sido.
Sí, Macarena era el peor jodido desastre que quería destruir todo a su paso por la única razón de que nada le salía como ella quería.
-¿Ahora sí te quedas callado, verdad? No esperabas esa confesión, así como yo no esperaba enamorarme de ti, jodido capullo. -Tomó un poco más de su copa y siguió viéndome.
-Otro jodido lío más, sólo sigamos con el plan. -Intenté callarla y funcionó.
-Entierrala, secuestrala y luego quítale la vida así como ella me quitó al amor de mi vida. -Dijo meneando su copa de vino.
-Mierda, Macarena el plan no era ese. ¿No tienes suficiente con tener a su hija aquí?
-La verdad no, si puedo causarle más daño, lo haré. Con o sin tu ayuda la acabaré.
Y se levantó del sofá para dar vueltas sobre su propio jefe mientras le daba vueltas también al tema.
-Ya sé, acompáñame. Ahora. -Enfatizó lo último al ver que no reaccionaba.
Y la seguí, al patio trasero. Y ella ase dirigió a la bodega del fondo para buscar no sé qué cosa pero que sin duda alguna le sería útil.
Tengo que aclarar, que amo con mi vida a Katelyn, pero ella me la quitó, y ahora no sé que soy realmente.
-Comienza a cavar, aquí debemos de enterrar el cuerpo de esa tipa. -Dijo sin pelos en la lengua.
Y sin más, tuve que seguir órdenes que ni siquiera entendía al cien. Lo único que sabía a ciencia cierta era que Kte, jamás podría terminar en un puto hoyo detrás de mi casa.
-¿Te imaginas la cara de Katelyn cuando se entere de toda la verdad que Jos le oculta?
Me imaginaba la reacción de ella al enterarse de todo, pero también me imaginaba a su lado para sostenerla. Ninguna de las dos se podría cumplir ya.
-Ni de broma acabaré esto hoy, será para la próxima. -Dije para marcharme.
Y sin más, entré de nuevo a mi hogar para limpiarme de toda la suciedad que cargaba, lastima que no había duchas para el alma.
-No, Abby, el idiota de Logan se está creyendo todo. No, no, no, tengo todo bajo control. Sabes el plan de memoria, yo ahora tengo que inventar mil cosas más para que Logan no sospeche de nada. -Dijo en voz baja.
¿Sospechar? ¿Acaso sus malditos juegos nunca acababan?

(...)

-¿Ahora tenemos que perseguirla y vigilar hasta cuándo respira? -Le cuestioné.
-Esta es la parte interesante, pues ya no tiene a Camila, así podremos saber cuáles son sus otros puntos débiles. Ya que tú, no conocías bien a tu pareja.
Pero claro que la conocía, lo que sucedía es que no planeaba contarle a ella los temores de Katy. ¿Por qué? Porque a pesar de todo, Kate era mi mundo y no planeaba romperla más de lo necesario.
Y estaba al tanto de muchas cosas, pero no de que ella al igual que nosotros tenía muchos planes escondidos.
Ella nunca había sido vengativa, pero sí guardaba demasiado dolor, suficiente como para romper a quién quisiera si se lo planeaba. Pero su alma era imposible de destruir a otra porque conocía ese dolor. Eso creía.
-No puedo, Renata, lo intento pero ya no puedo, me he vuelto a romper y Cami era la única que siempre me sostenía y ahora ya no está.
Un silencio era la único que estaba en el aire y luego su suspiro cansado le siguió.
Ella estaba rota, más de lo que creí.
Y pensé en abandonar todo, en arriesgarnos. Pero no podía.
-Necesito a Camila, te juro que sin ella ya no puedo.
Y no quise pensar más porque me negaba a perderla.
-Dejaré todo, abandonaré el plan.
Estaba más que claro, en esta estúpida historia llamada vida todos tenían un plan. Aquí nadie estaba desprevenido, porque la vida ya los había maltratado lo suficiente como para estar preparados.
-Fui feliz con él.
Comenzó a decir y yo temí.
-Me ha brindado ya su apoyo y te juro que ha cambiado.
Me negaba a escuchar más, pero tampoco podía alejarme ya.
-Le daré una oportunidad más, sólo una para que me demuestre que podemos contra el mundo. Que era cuestión de tiempo para reencontrarnos y volver a intentarlo. Porque al final de todo, él y yo siempre hemos estado destinados a reencontrarnos, incluso si morimos, sé que nos esperaremos desde el más allá.
Y caí, me rompí sin llorar, sólo palidecí y mi mente revolucionó.
-Lo sigo queriendo y quizás Logan sólo fue una distracción de mi mente para intentar superarlo.
No pude más.
-Volveré a intentarlo con Jos.
Y colgó el teléfono a la par en la que yo creaba un nuevo plan.
Ya la había perdido, pero me negaba a dejarla ir.
Porque si no era conmigo, ella no podría volver a sonreír.

Dulce venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora