Green Eyes

Capítulo 39

-Joder, joder, joder... No sé que hacer...
-Vale Anaïs. Tranquilizate. -Digo desde el otro lado del teléfono.
-¿Cómo me voy a tranquilizar, Valeria? ¿Acaso no oíste lo que te expliqué?

Pues claro que lo oí. Y de hecho... Me chocó. Me chocó bastante, chaval. No se... No es muy normal enterarte así, sin más que tu amiga estuvo enamorada de un tal Alberto que es youtuber. Que este la maltrataba de pequeña. Que era un capullo. No sé, colega. Cuando te acabas de enterar de algo así normalmente te quedas algo en shock. No sé. Digo yo.

-Claro que te he escuchado, Anaïs. -Contesto.
-Pues no parece. Joder. Di algo.
-¿Y qué quieres que te diga? Anaïs lo que me acabas de contar es muy fuerte. Deberías dejarme un tiempo para asimilarlo...
-Joder... No se que hacer Valeria. -Oigo un suspiro-. Dios...
-No te rayes tía.
-Pff...
-Anaïs, ¿Tú aún sientes algo por el chaval ese?
-¿Alberto? No lo sé. Ese es el problema.
-¿Y Gonzalo? ¿No estabais...?
-No.
-Pero si yo...
-Ya. Pero solo eso.
-Ah... Vale. -Hago una pausa-. Bueno, entonces, ¿qué pretendes hacer? Anaïs te voy a ser sincera yo creo que Alberto no esta aquí por estar. Yo creo que realmente quiere algo más.
-¿Cómo puedes saber eso, si ni siquiera le conoces?
-Puede que no le conozca. Pero, por tu forma de contarlo...
-Ya. Pero ese es mi punto de vista. No el suyo...
-Esto... -Hay demasiado ruido en la calle, no me oigo ni a mi-. Joder putos coches.

Me choco contra algo.

-¡Hay! Pero que... ¡Oye, tu. Mira por donde andas!
-Fuiste tu la que estaba hablando por el móvil y no miraba por donde caminaba. Tu te chocaste conmigo.
-¿Yo? -Estoy flipando. No le conozco y ya me cae mal-. Bueno... Adiós. No tengo ganas de hablar con un desconocido con el que me acabo de chocar...
-Ey espera. -Me coge del brazo-. No me has dicho como te llamas.
-¿Y a ti que te importa? ¿Qué pasa? ¿Que te crees guay y te piensas que voy a hablar contigo? Además, ¡Me estás tocando! ¿Por qué coño me estás tocando? ¿Quien te crees que eres?
-Vaya. -Dice-. Eres la primera persona que no me reconoce. Soy Alberto. Encantada.
-¿Y por qué iba a reconocerte? Ni que fueses importante...
-Para tu información soy youtuber.

Me quedo de piedra.

-¿A-Alberto Garzón? -Pregunto.
-Exacto.
-Vaya...
-¿Qué pasa? ¿Ya sabes quien soy?
-Tu... Tu... -Me abalanceo sobre el y le tiro al suelo-. ¿¡Qué pretendes con Anaïs!? ¿Acaso no sabes lo que sufrió por ti, colega? ¿De qué vas? ¿Qué pasa, que te crees guay? ¡Pues no!
-Puedes... ¡Puedes quitarte de encima, por favor.

De repente soy consciente de que está en el suelo y yo sobre el. La gente nos mira raro...
Me levanto rápidamente.

-Lo-Lo siento. -Digo.
-No pasa nada.
-Bueno, responde.
-Mira, yo quiero a Anaïs, vale?
-Si la quieres... ¿Por qué no viniste antes? ¿Por qué esperaste tanto tiempo?
-Yo... Yo no sabia lo que sentía.
-Claro... Mira. Mientras no seas un puto capullo todo ira bien. Adiós.

Me voy caminando.

-¡Todavía no me has dicho como te llamas! -Grita.
-¡Ya lo descubrirás algún día! -Contesto.

Al ir caminando un buen rato me doy cuenta de que estaba hablando con Anaïs. Rápidamente me pongo al teléfono.

-Anaïs. ¿Lo has oído todo?

No espero que nadie responda pero para mi sorpresa lo hace.

-Desgraciadamente, sí.
-¿Me pase?
-Un poco...
-Ups...