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Tres, tres segundos duró el beso.
Estaba emocionada, ilusionada pero sobretodo feliz.
Feliz por poder probar esos labios que me tenían enamorada desde un primer momento, feliz por estar a su lado.

Me aparto lentamente, la brisa movía mi pelo suelto y por lo que creía disimulaba mi sonrojez.
Seguía con los ojos cerrados, tenía miedo, pánico, terror. No podía pensar en nada, mi mente estaba en blanco.

Abro lentamente los ojos y me encuentro a Taylor mirándome seriamente. Iba ha decir algo que me arrepentiria pero necesitaba decirlo.

-Me gustas desde el año pasado. Taylor, te quiero.-susurro y sin más previo aviso, le cojo de la nuca y le doy otro beso.

Me separo otra vez y él gira la cabeza mirando hacia otro lugar.
La atracción llega a su fin y me bajo rápidamente, captando la indirecta.

-Em...-susurra una vez llega a mi lado.
Hago una sonrisa forzada y me giro para mirarle.
-Olvídate de lo que acaba de pasar. Vamos a divertirnos ¿vale?-sonrío y vuelvo a girarme, Taylor me sigue.

Andamos juntos con una cierta distancia y con un silencio muy incómodo.
-¿A dónde quieres ir?-pregunto.
-No lo sé.-responde cortante.

-Creo que me voy a casa.-dice después de unos minutos.
Asiento con la cabeza, y sin despedirse se va dejándome sola en medio del parque, en medio de la multitud.

Le veo caminar a paso lento hacia la puerta de metal. Tenía el impulso de correr hacia él y darle otro beso, de volver a probarlos y de estar con él.
Cuando le veo atravesar la puerta noto un vacío en mi pecho, y en mi vida.

No sabía que era estar enamorada de una persona, pero definitivamente estaba enamorada de Taylor y no era correspondido.

Cuando llego a casa no está mi madre. Me tumbo en el sofá, enciendo la televisión y empiezo a ver Doraemon.
Mis párpados empiezan a pesar demasiado, y poco a poco se van cerrando hasta quedarme dormida en el sofá, sola.

-¿Emma?-oigo una voz de lejos.
Lentamente y pesadamente abro los ojos y veo a mi madre con cara de preocupación.

-¿Estás bien?-pregunta.
-Perfectamente.-le doy un beso en la mejilla y voy a mi habitación.
-¿No ibas a dormir con ese chico?
-Tiene fiebre.-respondo con simpleza y a la vez tristeza.
-Vale...-no muy convencida se dirige hacia la cocina.-¿Que quieres cenar?-alza la voz.
-No me importa.-grito.

Cojo el pijama de Star Wars y lentamente me lo pongo. Faltaban cinco días para mi cumpleaños, haría dieciséis y estaba nerviosa.
Voy a la cocina y veo a mamá cocinando, me acerco y veo salmón en la paella.

-¿Te apetece?
-Sí, creo.-hago una mueca.
Estaba confundida, no sabía como quedaría mi amistad con Taylor, no sabía si volveríamos ha hablar o simplemente me ignoraria.
Tenía miedo por lo último, necesitaba estar a su lado, hablar con él, notarlo, verle sonreír...

"He besado a Taylor." Le envío a Scarlett.
Miro al móvil sin observarlo esperando su respuesta.
Dos minutos después conesta el mensaje.

"¿¡SOIS NOVIOS!? OMG".

"Hablamos el lunes Scar"

Y otra vez volvía a ser lunes.
El domingo le envíe un mensaje a Taylor y lo dejó en visto, cosa que me molestó y dolió.
Me visto con la falda negra, una camiseta negra con el logo de 5 Seconds Of Summer y la chaqueta de cuero.

-Me voy.-aviso a mi madre.
Viene rápidamente de la cocina y me da un beso en la mejilla.
-¡Adiós cielo, nos vemos ésta tarde!

Decido ir sola hacia al instituto, en cierta manera no estaba de ánimos para encontrarme con Scarlett ni con nadie.

Durante las tres primeras horas no hablo con nadie, sólo presto atención a la clase o lo intento.
Cuando llega el recreo bajo rápidamente y mi amiga me sigue.
-¿Que pasó el sábado?-pregunta detrás de mi.

-Le besé dos veces después que me dijera que está enamorado de Ashley.
Pasamos por delante de su clase y le veo hablando seriamente con Skate, parecía una discusión.

Miro a Taylor y me devuelve la mirada. Pero una mirada fría y sin sentimientos.

¡YA SOMOS 1K! muchísimas muchísimas gracias de verdad, ¡os quiero!♡

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