Obsession

036

Éste cap. se lo dedico a SilvviaRuiz♡

-Me voy.-anuncio un segundo después de ver la escena.
-¿Por qué?
Taylor se separa rápidamente y Ashley me mira con una ceja alzada.
-No me siento muy bien, aparte, olvidé decírselo a mi madre.
-Llamala.-dice Ashley.

-No, tengo que ir, ella está enferma.-la última palabra la digo dudando.
-¿Que le pasa?-Taylor se acerca hacia mi rápidamente y pone su mano en mi hombro descubierto.
-Está resfriada...-bajo la mirada.
-¿En verano?-pregunta Ashley.
-El otro día se durmió con el aire condicionado.
Scarlett empieza a reírse y la miro mal.
No era una mentira del todo, mi madre estaba resfriada a causa del aire condicionado, pero estaba perfecta.

-Bueno, adiós.-respondo seriamente y me acerco a la puerta principal.
-Adiós.-responden todos.
Abro la puerta y cuando salgo la cierro rápidamente.
Camino por el largo pasillo para salir del edificio, una puerta se abre y me giro.
-¿Que haces?
No dice nada pero viene hacia mi con paso rápido.
-Te has dejado esto.-dice cuando está delante de mi.
Me tiende la mano y veo mi móvil en su mano.

-¿Por qué has mentido?-me mira a los ojos.
-No he mentido...
-Tu madre está trabajando, si no querías venir haberlo dicho antes.
Suspiro y decido decirle la verdad.
-Estoy incómoda ahí.-miro al suelo esperando su respuesta.

-¿Estás celosa de Ashley?-pregunta de brazos cruzados.

Le miro a los ojos y hago una mueca.
-Cuando quieres eres imbécil.-ruedo los ojos y me doy la vuelta para irme a casa.
-¿A dónde comerás?-pregunta detrás de mi.

-Mi abuela cocina perfectamente, no moriré de hambre.-me giro.-Gracias por preocuparte.
Se ríe y me regala una sonrisa.
Se acerca otra vez hacia mi.

Coloca sus manos en mi cadera, le miro con la ceja alzada pero él no quita las manos.
Me besa en la mejilla y en la frente.

-Quédate, por favor.-me acaricia la mejilla.
-¿Por qué quieres que me quede? -susurro arrastrando las palabras.
Nos miramos, él sigue manteniendo la sonrisa.
-Porque quiero pasar un día contigo. Porque te quiero y eres mi mejor amiga, no hay más.
-Bueno,vale.-me rindo ante sus palabras.
Sonríe de forma victoriosa y me abraza con fuerza.

-No estés celosa de la rubia teñida.-susurra en mi oreja.

-¿No ibas a cuidar a tu madre?-pregunta Ashley cuando me ve.
Los tres amigos estaban fuera, en la terraza que había.
Era bastante grande, habían muchísimas plantas. En medio de la terraza había una mesa típica para jardines y seis sillas alrededor de ella.
En una esquina había una barbacoa. Todo era precioso.

-Está en casa de mi abuela, la cuida ella.-le dedico una sonrisa forzada.
Nuestra amistad no era de verdad, las dos sabíamos que éramos en cierta manera amigas por Taylor.
La rubia me caía bien, pero era demasiado egocéntrica y manipuladora para mi gusto.
-Mejor.-dice ella con una mueca y se sienta en una de las sillas.

Busco a Scarlett con la mirada y la veo sentada en las piernas de Skate.
-Chicos, tengo algo importante que decir. Es una gran noticia.-dice Skate.
Taylor lo mira con una sonrisa torcida, y yo le miro a él con una sonrisa de enamorada.
-¿Que es?-le pregunta Scar con el ceño fruncido.
-Tengo hambre.-responde éste.
-Eres idiota.-le digo mientras me río.

Entro y voy a la cocina.
Cuando entro en la habitación pienso dónde podrían estar los vasos.
Miro un armario pero sólo había latas de comida, arroz y patatas de bolsa. Miro en otro armario y me encuentro sólo con platos, decido mirar el armario del lado y me encuentro con cazuelas y paellas.
Suspiro y me llevo la mano a la cabeza.

Noto unas manos en la cadera y me asusto al momento.
Me giro y le veo con una sonrisa pícara.
-Me has asustado idiota.-digo riendome.
-Lo siento Em. ¿Que buscabas?
-Un vaso.
Se acerca a un armario, lo abre y veo muchísimos vasos.
-¿Que quieres de beber?-pregunta mientras coje uno.
-Agua va bien.

Me sonríe y me da el vaso una vez está lleno.
Mientras bebo de él no deja de mirarme.
-¿Por qué me miras tanto?-pregunto incómoda.
-¿Puedo hacer una cosa?
-Depende.-dejo el vaso en el fregadero y cuando me giro está delante de mi.
-¿Qué quieres?-alzo una ceja y espero su respuesta.

Reposa sus manos por tercera vez en mis caderas, y sin darme cuenta, hace lo mismo que hice meses atrás.

Me besa.