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Primero de todo, quiero dedicar este capítulo a mi "rubia" favorita
SilvviaRuiz
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-Ése tío es raro.
-Sólo faltaba que te pidiera ser su novia...-murmura mi amiga.
-Me está volviendo loca, me tiene harta de verdad.-suspiro fuertemente y miro el vaso lleno de Coca-Cola.

-¿Quieres que hable con Víctor?
Miro directamente a los ojos de mi amiga y pienso en su pregunta.
-¿Lo harías?
-Claro...-dice dudando.
Bebo del vaso lleno del refresco. Y miro por la ventana.

Desbloquea el móvil y llama a alguien.
-¿A quién llamas?-hace una señal indicandome a que espere.
-¿Víctor? Hola...-dice con una sonrisa estúpida en la cara.
Asiente con la cabeza y me mira.
Sin prestar atención a la conversación, hablo con Hanna.
-Ahora nos vemos.-dice ella.

Frunzo el ceño y ella cuelga.
-Ahora viene Víctor.
-¿Para qué?-vuelvo a beber.
-Para hablar, creo.-hace una mueca y bebe de su vaso lleno de refresco.

Vuelvo a mirar por la ventana y suelto otro suspiro.
No entendía a Taylor, le confieso mis sentimientos y él confiesa los suyos hacia Ashley, después Víctor dice que son pareja y al final no lo son, y más tarde él me besa...
Ésta situación no tenía sentido, me estaba complicando demasiado por una tontería.

-Ya viene.-avisa.
En la cafetería dónde estábamos estaba situada a dos calles de dónde vivía Víctor.
Era una cafetería pequeña pero muy acogedora. Las paredes eran blancas y con algún detalle amarillo.
Todos los muebles eran de madera oscura, las puertas eran de una madera blanca y todos los que trabajaban llevaban el mismo uniforme; negro y con detalles muy sofisticados de color blanco.

Giro la cabeza cuando oigo el ruido de la puerta.
Veo a Víctor dirigiéndose hacia nosotras, miro a Scarlett y la veo sonreír mientras le mira.
-Hola chicas.-abraza a Scar por la espalda y la besa en los labios.

Ella se aparta sin dejar de sonreír y me mira fijamente.
-Hola Emma.-dice él.
-Hey.-murmuro.
-¿De qué queríais hablar?
-No entendemos a Taylor, bueno no lo entiende ella.-me señala.
-¿Por cómo actúa?-asiento con la cabeza.-Es imbécil, tendría que contarte todo de una vez.

-¿A que te refieres?-pregunta su novia.
-Haber, Taylor nunca ha estado enamorado de Ashley, siempre le has gustado Emma.
Las dos le miramos confundidas.
-Es broma, ¿Verdad?-pregunto mientras río.
-No lo es Emma, quiero a ese tío pero es imbécil. Diría que le gustas desde antes del proyecto que hicimos los cuatro.
Llega un camarero y le pregunta si quiere algo de tomar a Víctor.

-¿Estás seguro de lo que dices?-pregunto y sin darme cuenta frunzo el ceño.
Humedezco los labios y confundida bebo otra vez del vaso.
-Mira, se supone que no te lo puedo contar pero, te quiere y te necesita.

-Está necesitado.-susurra Scarlett mientras ríe ella sola.
-Como tú.-digo sin gracia.

Vuelve el camarero y le da a Víctor un vaso lleno de limonada.
-Bueno, que a Taylor le gustas y mucho.
-¿Y por qué es tan idiota? No lo entiendo, le confesé mis sentimientos y él dijo que estaba enamorado de Ashley...
-En verdad, Ashley siempre ha estado enamorada de Taylor, él nunca lo ha estado.-Scarlett me mira con una sonrisa.
-Pídele salir Emma.-dice ella mientras acaricia la mano de su novio.
-No lo hagas.-dice él.
-¿Por qué?-apoyo mis manos en la mesa.-¿Dirá que es gay o algo parecido? ¿Que está enamorado de ti Víctor? Por Dios, estoy harta de ése tío, si tanto le gustara no diría tantas tonterías.
Me levanto cabreada de la mesa y salgo de la cafetería.
Estaba harta de esa situación, harta de Taylor, harta de mis sentimientos hacia él.

Todo sería mejor si no hubiera conocido a ese chico de la gorra, si no hubiera tenido una especie de obsesión hacia ese chico de zapatillas blancas, si no me hubiera enamorado de Taylor...

Desbloqueo el móvil y le llamo.
-Hey Em, ¿qué pasa?-oigo su voz.
-Necesito hablar contigo, es muy importante.
-Claro, ¿en diez minutos en el ayuntamiento?
-Sí.-y sin decir nada más cuelgo.
Tenía ganas de darle una bofetada, de gritarle todo a la cara y de besarle.

Cuando llego al punto de encuentro espero al chico de brazos cruzados.
Cuando habíamos quedado era la una del mediodía, y ahora ya habían pasado quince minutos.
Suspiro fuertemente y miro a la derecha y después a la izquierda, no había rastros de él.
El viento soplaba en mi cara y mi pelo se movía libremente.
-Hola pequeña.-dice alguien susurrando en mi oreja.
No hacía falta girarme para saber quién era.

Le miro a los ojos, sin ninguna expresión.
-Quiero que me cuentes toda la verdad, ahora.-digo duramente.
-¿Cómo?-pregunta él.
Le veo tragar fuertemente y agacha la cabeza.
-Vale, pero no te enfades Em.

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