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Estos tres capítulos se los dedico a SilvviaRuiz

-Gracias.-le sonrío.
Nos quedamos en silencio durante un minuto.

-Bueno, voy a clase.-dice él.
-Adiós, y gracias.-vuelvo a decir.
Me giro y voy hacia las escaleras para ir a la primera clase del día.

-Has tardado muchísimo, ¿que has echo?-pregunta Scarlett.
-Hablando con Taylor.
-¿Volvéis a ser amigos?
-Me ha felicitado.-sonrío sin mostrar los dientes.

-Ahora que lo pienso, aún no me has contado como Víctor te pidió ser su novia.
-¿Te lo tengo que contar?-pregunta avergonzada.
La miro mal, y ella murmura algo que no puedo escuchar.

-Fuimos a la playa, y nos besamos otra vez y me preguntó si quería ser su novia.-la miro y sus mejillas empezaban a tener un color rojizo.
-Que bonito.-me río de ella por sus mejillas, me mira mal y bufa.

Van pasando las horas lentamente y muchas personas me felicitan.
-Ya me dirás que te han regalado.-dice Jess una vez acaban todas las clases.
-Lo diré por el grupo.-preparo la tarjeta para el autobús.
-Nos vemos mañana Emma.-nos damos un abrazo y se va felizmente.

Por mi parte, subo al autobús cansada y aburrida.
Después de diez minutos llego a casa.
-Hola abu.-saludo a mi abuela cuando entro en la cocina.
-¡Felicidades cariño!-me da un fuerte abrazo.-Mira, he echo macarrones.
Sonríe orgullosa de como le ha quedado la comida y pone la pasta en dos platos, el suyo y el mío.

Hacia las cinco de la tarde llega mi madre de trabajar junto mi tía y mi tío.
-Emma acompañame, tengo que comprar unas cosas.-dice mi madre.
La miro confundida y recuerdo lo que me había dicho la noche anterior.

-Voy.
Salimos por la puerta y subimos al ascensor.
-Volveremos en una hora, ¿vale?
-Vale.

Empezamos ha andar por un parque cerca de casa.
Hablamos de su trabajo, del instituto, de mis amigas, de todo en general.
Cuando ya ha pasado más de una hora nos dirigimos hacia su coche.
-¿A dónde vamos?
-Espérate Emma, no seas impaciente.
-Fuiste tú quién me contó que habría una fiesta, y ahora quiero saber a dónde vamos.-digo firme mientras miro por la ventanilla.

-Llegaremos pronto, tranquila.
Enciende el motor y empieza a conducir su coche de quince años.
Unos diez minutos después llegamos al local de la hermana de mi abuela.
Nos dirigimos hacia el local cerrado, mamá abre la puerta y no se veía nada aparte de algún mueble iluminado por el sol.

Ella entra primero y yo detrás de ella. Escucho algún ruido pero no pe tomo importancia.
-¡Sorpresa!-gritan todos una vez se enciende la luz.

Miro a todos los presentes pero observo durante más tiempo al chico de pelo castaño, a Taylor.

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