cap.6: esto no puede ser enserio

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Me hubiera encantado que fuera la vecina que tocaba la puerta solo para pedir azúcar o alguna niña exploradora vendiendo galletas. Pero como mi suerte es como es no fue así........era nada mas y nada menos que James si el mismo de mi clase pero algo en el era diferente andaba formal bien peinado con zapatos de vestir y todo. Traía en sus manos un pyrex, al principio tiene una cara de aburrido poco a poco de extrañes para finaliza en cara de diversión, en eso me viene a caer en la mente mi vergonzosa vestimenta y por mi impacto suelto el palo de golf dejándolo caer acompañado de un grito o mejor dicho chillido muy agudo, y mi reacción automática fue cerrar de un golpe la puerta mientras subía en tropel la escaleras, al llegar a mi cuarto abro mi pijama de golpe salto fuera de ella, de una de mis maletas saco unos shorts, una camiseta y unos calcetines, me meto en la camiseta y empiezo a dar pequeños saltitos en una pierna para meter la otra en el short, me tiro al suelo para ponerme unos calcetines que resultaron ser uno azul y uno verde limón, bajo las escaleras de dos en dos mientras me recojo el cabello en una cola de caballo, abro la puerta otra vez y...

-Hola....-es todo lo que sale de mi boca. el esta tratando de poner cara seria pero se que se esta mordiendo el labio para no reírse, bueno si el se ríe de mi yo también me reiré de el ya que el no se ve nada cómodo vestido así. lo miro de pies a cabeza con una mirada nada sutil para que se de cuenta de ello, al instante su expresión de vuelve seria de verdad.

-Que se te ofrece.-pregunte frunciendo el ceño.

-Mi Madre quería que les entregara esto como bienvenida al vecindario.-dice entregándome el pyrex.- dijo que les dijera que bienvenidos y que estamos allí.- señala la casa que esta al final de la calle.- para ayudarles en cualquier cosa, y solo eso.

-este...muchas gracias espérame un segundo desocupare el pyrex, pasa adelante.- le digo medio abriendo la puerta.

me mira raro

-¿QUE?.- le pregunto extrañada

-Eres demasiado confianzuda al dejar entrar a un hombre a tu casa mientras te encuentras sola.-dice negando con la cabeza.

-para empezar no soy confianzuda ya que se como te llamas y ahora hasta donde vives y eso sin contar que yo me se defender sola.-digo dirigiéndome a la cocina

-claro, como un palo de golf es tan peligroso.-dice entrando solamente en el recibidor, mientras yo hago una mueca.-en serio crees que eso te protegería de algún ladrón o algo..-dice apoyándose en una columna.

-si bueno.....-digo vertiendo el contenido del pyrex en otro. Su contenido resulto ser un pie de manzana. lo lavo rápido lo seco con una toalla y me dirijo a devolverlo. lo miro.-el crimen en esta zona casi es nulo, por cierto bonito traje. -dije mirándolo a los ojos.

se puso serio arrugando su frente pero de inmediato contraataca

-bonita pijama, aunque no diría que fue una lastima que te la quitaras.- dice mirando mis shorts.

me estiro mi camiseta lo mas que puedo. y le extiendo el pyrex

-aquí tienes dile a tu madre que gracias ya eres libre de tu recado.-le digo señalándole la puerta. solo sonríe, se dirige a la puerta. y da media vuelta

-por cierto ¿Qué fue ese ruido antes de que abrieras la puerta y ese desastre de vidrio?.- dice entrecerrando los ojos y apuntándome con un dedo.

-mmm...nada eso fue el candelabro.-digo como si nada.

-¿EL QUE?.- dice crédulo y con una sonrisa de lado mientras sale.

-lo que escuchaste.-el se encoje de hombros, levantando levemente las manos y poniendo cara de WTF. mientras se da vuelta y se va por el sendero, cierro la puerta.

si bueno eso fue raro no me lo esperaba, se sintió como si fuera otra persona nada que ver como había sido en la mañana, voy a la cocina a arreglar lo que había quebrado, al terminar hice una palomitas llene mi botella con limonada y subí a mi cuarto, me cambie y me quede releyendo "La mecánica del corazón", en la noche cuando mis padres regresaron del trabajo solo escuche a mi madre grita:

-oh por Dios!!!Mi Candelabro ¡DIANE!.- y esa es mi señal para dormir y así que arranco el enchufe de la lampara de la conexión eléctrica y me tiro en mi cama para hacerme la dormida, estrategia que siempre funciona.

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Jugando con las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora