el regreso a casa se vuelve cada vez mas solo y frio, no hay carros circulando en las calles ni gente por las aceras, creo que una de las muchas ventajas de vivir aquí casi en la nada es que puedes tener esa tranquilidad que no tiene la ciudad, aquí no hay ruido molestos del trafico, de construcciones, aquí no hay nada de nada, y es precisamente eso que me pone un poco paranoica, el silencio y esa tranquilidad perfecta que te hace pensar que algo esta mal, una ráfaga de viento azota y un escalofrió se cuela bajo mi piel automáticamente me abrazo, si me gusta lo frio pero en este instante me altera un poco los nervios ya que estoy a la espera que algo pase no lo se es como un sentimiento de alerta, es como si la naturaleza te esta avisando de que algo malo esta a punto de suceder, acelero un poco el paso al ver que la oscuridad empieza a apoderarse de la calle y los postes de luz empiezan a encenderse perezosamente, mi corazón esta desbocado por el miedo y el pánico, si tal ves ir al parque un poco tarde no fue una de mis grandes ideas, pero por favor en mi casa hubiera estado peor, que es mas horrible que sentirte insegura en tu propia casa, si fuera por mi nunca regresara, aunque tampoco puedo hacer mucho para que regresemos a nuestro viejo hogar, una de las desventajas de tener a un padre que trabaja en bienes raíces y que se excepcional en su trabajo es que puede vender cualquier propiedad con mucha rapidez, así pues ya no tengo un lugar para regresar, extraño a mis amigas llevo años estando con ellas, su compañía y consejos que me hacen falta, ellas sabría que hacer en esta clase de situación, al divisar mi casa busco el carro de mis padres y mi búsqueda no da resultados como era de esperase todavía no han llegado a casa, me niego a entrar a la casa, la casa de los sustos ese será su nombre, subo las gradas del porch dejo mis cosas en el suelo no antes de sacar mis llaves, solo encenderé la luz de afuera para poder esperar a mis padres, salgo de la casa inmediatamente y cierro la puerta de golpe, me siento en las gradas, trato de relajarme, respirando profundo y mirando el vecindario, faltan un par de horas para que vengan mis padres y me doy cuenta que enserio necesito ir al baño me vejiga esta por estallar. me levanto despacio tratando de pensar positivo, miro a los lados de la calle y me doy la vuelta lista para entre cuando escucho pasos pesado cerca, me volteo pero nada, un escalofrió me recorre y comienzo a subir las gradas, abro la puerta y enciendo las luces de la entrada y del pacillo, okay no pasa nada cierro la puerta y dudo si poner llave o no, pongo la llave, mis pasos resuenan en el piso de madera mientras avanzo al baño mas próximo, entro rápidamente y cierro la puerta esta vez no dudo en poner llave y me recuesto en la puerta, suelto el aire que no me había dado cuenta estaba reteniendo y comienzo a reír y reír mas fuerte cada vez hasta carcajear de mi estupidez, Dios en serio que me pasa, empiezo a secar las lagrimas que se me salieron de la risa, cuando golpean fuerte en alguna zona cerca de la cocina. me congelo, mis manos tiemblan mientras rápido abro la puerta y corro lo mas rápido que mis pies me dan a la puerta principal, abro la puerta mis dedos enredándose salgo dando tropezones de la casa vuelo por las gradas, cuando golpeo algo y caigo al suelo cerrando mis ojos, grito con toda la fuerza mis pulmones y garganta, algo trata de tomar mis brazos pero empujo con mi brazos y piernas.
-Oye cálmate.- una voz profunda me habla.
-SUELTAMEEEEE.- grito mientras sigo tratando de alejar sus manos.
-¿Diane que pasa? abre los ojos.-ordena serio, poco a poco me armo de valor y abro los ojos para ver a James enfrente mis de cuclillas tratando de ayudarme.
-Creo que hay alguien en la casa.- me apresuro a decir, James mira sobre mi hombro me mira de nuevo mientras se levanta.
-espera aquí.- dice mientras se levanta, trato de que no me deje tomando su mano pero el solo me da un apretón, camina hacia la casa que esta abierta y iluminada, me quedo en el suelo mientras lo veo entrar, miro alrededor para asegurarme de que nadie se acerque o cualquier cosa, pasan los segundo como horas hasta que James emerge de la casa, se dirige hacia mi y se pone en cuclillas de nuevo.
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Jugando con las sombras
ParanormalAne siempre ha sido la hija perfecta, estudiante de un colegio católico le han enseñado que es el camino bueno y el malo ¡el Prohibido! siempre obediente nunca ha hecho travesuras nada que vaya encontra de su educación o religión, siempre siendo la...