Capítulo 29

186K 8.6K 887
                                    

¡BUENOS DÍAS A TODOS!

     ANTE TODO AGRADECER A LOS QUE LEEIS MI HISTORIA, OS GUSTE O NO, A LOS QUE COMENTAN Y A LOS QUE VOTAN. 

        ¡NO SABEIS LA ILUSIÓN QUE ME HACE!    ;-)  ;-)  ;-)

        ESTE CAPÍTULO SE LO DEDICÓ A    " AseABC" PORQUE HOY 06/10/13 ES SU CUMPLEAÑOS.

       ¡FELICIDADES!

     ESPERO QUE TE GUSTE EL CAPITULO  ¡DISFRÚTALO!

     TAMBIÉN QUIERO QUE LO DISFRUTEIS EL RESTO.... PERO NO QUIERO QUE ME RIÑAIS, AMENACEIS O GRITEIS CUANDO VEAIS, O MEJOR DICHO LEAIS, EN DONDE LO HE DEJADO PERO LA VERDAD NO HE TENIDO TIEMPO DE MÁS Y NO PODRÉ ESCRIBIR NADA HOY. LO SIENTO. 

        ESPERO QUE OS GUSTE Y COMO SIEMPRE DIGO. ....¡BESOTES ENORMES!

       AHORA SÍ QUE SÍ COMIENZA LA LECTURA.......

    

         **************

Nick estaba llegando al límite de su paciencia con su dulce esposa.

¡Ja!, dulce era demasiado simple, ella podía ser amarga como la hiel cuando se lo proponía. 

Después de haberle ordenado, educadamente eso sí, que lo esperara en casa a que él llegara para que pudieran hablar, ella había decidido no aparecer.

Cuando preguntó por su mujercita a Sanders, éste le informó que no se encontraba allí, pero que le había dejado una nota.

Nick sintió que la temperatura corporal se elevaba hasta notar el calor en los ojos. Tomó la misiva y la desplegó bruscamente.

  "Laughton.

       Siento no encontrarme en casa esperando, como tan amablemente me pediste, pero Marión no se encuentra demasiado bien, un resfriado creo, y como mi tía tiene un compromiso ineludible me veo en la necesidad de prestarle compañía.

       Regresaré mañana.

                                                                           Meredith."

Laughton. Lo había llamado Laughton. Ni siquiera Nick o "Querido", simple y llanamente Laughton, como si se tratara de un desconocido que falta a una cita. Arrugo el papel entre los dedos y lo dejó con mucho cuidado sobre la mesa demostrándose a si mismo que todavía podía controlarse un poco más. Que todavía podía aguantar otro giro de tuerca sin explotar.

Su primera reacción fue la de ir a buscarla y obligarla a las buenas o a  las malas a que regresara y mantuvieran la conversación que deberían haber tenido la noche anterior, pero no, ella se empeñaba una y otra vez en posponerla. Había juzgado y condenado sin darle la menor oportunidad de defenderse.

Se pasó la mano por la nuca. 

Siempre se consideró un hombre paciente, racional en extremo, comedido en sus acciones pero Meredith lo llevaba una y otra vez a rebasar los límites que hasta ahora habia creido que era incapaz de sobrepasar.

Bien, dejaría que ella  se calmara, pensara en lo  que esperaba conseguir al eludirlo y se tranquilizara  lo suficiente para no tener que gritarse uno al otro. El por su parte intentaría estar lo más tranquilo  posible,  pero al día siguiente, ni aunque se abriera la tierra y todos los demonios del inframundo salieran para celebrar una gran bacanal, ella tendría que enfrentarlo y más le valía que su pésimo humor fuera a mejor porque no respondía de sí mismo. 

Saga Londres 1 " Matrimonio a la fuerza "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora