Removió de nuevo los huevos que se había servido para desayunar. Suspiró y se dedicó a mover la comida de un lado a otro del plato.
A pesar de los deliciosos alimentos que preparaban con tanto esmero en la cocina, no podía comer nada. Tenía el estómago revuelto y lo único que había podido hacer era tomar un poco de té. Todavía no había bajado nadie a desayunar y se encontraba sola con sus pensamientos. Últimamente pensaba demasiado pero siempre en el mismo tema. Dejó escapar otro suspiro de resignación. No es que él no le gustara, claro que no, creía que era maravilloso...¿De donde había salido eso?¿Maravilloso? Bueno quizá no tanto, simplemente divino....Rió por lo bajo porque estaba empezando a parecerse a una de esas jovencitas enamoradas de los libros que tanto le gustaban, aunque por supuesto ella no tenía ninguna clase de sentimientos por su prometido. Lo único que le ocurría es que pensaba que ella no estaría a la altura. No se sentía inferior, eso no, pero sabía cuales eran sus limites y él llegaría el momento en el que también se percataría de su falta de preparación para ejercer con desenvoltura el papel de esposa de un Conde.
Por supuesto que pondría de su parte para que no se sintiera defraudado de ella, pero no tenía mucha confianza en que pudiera llevarlo a buen termino. Todavía se sorprendía que un hombre como Nicholas Starling fuera a ser su marido en menos de una semana. Bueno, realmente no se lo creía ni ella ni gran parte de la sociedad. La miraban intentando descubrir que es lo que había visto el Conde en alguien como ella y comentaban sorprendidos su inminente boda. Claro que intuían que no era un compromiso usual y que las prisas se debían a algún hecho que no había salido a la luz. Había notado que más de una de las amigas de su tía le miraban descaradamente el vientre intentando descubrir signos de embarazo y así poder entender lo apresurado del enlace. En esas situaciones notaba como se encendía de vergüenza y se alejaba con cualquier excusa.
Después de su excursión a casa del Conde, él se había mostrado bastante solícito. La visitaba en su casa, la había llevado al teatro, habían coincidido en una velada musical y en el baile de los Abbot, siempre como no, con la presencia de su tía, y aunque no le gustaba admitirlo tenía que reconocer que se esforzaba por agradarla, cosa que ella agradecía porque la hacía sentirse más segura.
Notaba a medida que pasaban los días que sus deseos de verlo aumentaban y no sabía si eso era del todo bueno, después de todo no quería tomarle demasiado afecto a alguien que lo más probable era que después de casados la engañara con alguna de su bellas amigas. Todo el mundo sabía quienes eran porque ellas no paraban de alabar su forma de tratarlas. ¡Descaradas!.Resopló con fastidio ante aquel pensamiento.
No tenía muy claro como manejar la situación ya que no se sentía con ninguna autoridad para reclamarle cuando llegara el momento, aunque al ser su esposa sí que podría exigirle algún tipo de respeto ¿o no?
Dejó nerviosa el tenedor en la mesa y se propuso seriamente no pensar más en ello, pero sospechaba que sería imposible porque no paraba de darle vueltas al asunto.
Escuchó unos pasos que se acercaban y levantó la cabeza para ver como Marion, deslumbrante como siempre, hacía su entrada en el pequeño salón.
- Buenos dias, prima- le sonrió sin esperanzas de que le respondiera.
-Buenos días, ¿Que tienes planeado hacer hoy?.- Dudó un momento y sentándose con gracia soltó como si fuera de lo más normal- ¿Te apetecería acompañarme de compras?.-Cogío una servilleta y se la acomodó sobre su vestido de mañana.
Meredith la miró perpleja, parpadeó varias veces no creyendo que se dirigiera a ella. Estuvo a punto de volver la cabeza para ver si había alguien más en la habitación.
-Si, como no....estaré lista cuando tu quieras...¿Te encuentras bien?
Notó como su prima se sonrojaba ligeramente y la miraba con cara de sorpresa. Terminó de untar mantequilla al panecillo y lo dejó en el plato.
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Saga Londres 1 " Matrimonio a la fuerza "
Ficção HistóricaEste es el primer libro de una saga y el que le sigue se llama "Rebelde Rendición". Espero que les guste!! Meredith Carrington nunca, ni siquiera en sus más locos sueños, esperó casarse durante su tercera temporada, mucho menos con alguien tan impor...