Miró impaciente a través del cristal de la ventana. No estaba segura de que Nick llegara para cenar con ella como le había prometido.
Apoyó la frente en el frío cristal y se dedicó a empañarlo de vaho para matar el tiempo.
El aburrimiento estaba acabando con ella. Había leido, pintado, cosido, bordado, incluso hundido las manos en la tierra del jardín para plantar bulbos que sin duda florecerían, pero el no poder salir de Laughton House la tenía frenética.
Nick le había prohibido que pisara más allá de la puerta de la calle porque no quería que le ocurriera nada a ella ni a su futura hija. Decía que así, él estaba mucho más tranquilo y podía centrarse en buscar a los esbirros que los llevaría hasta la persona que los había contratado, pero Meredith tenía todo el día para pasear por la casa sin otra cosa que hacer.
Marion no había podido hacerle compañía esos días, como le había prometido, porque se encontraba en cama, así que tampoco habían podido ultimar los detalles de su plan para conseguir el documento que demostrara que Carmichael era la persona que buscaban.
¿Cómo podría salir de la casa sin que los hombres responsables de la seguridad la siguieran?¿Cómo convencería a Nick de que la dejara salir aunque fuera a visitar a su prima?.
No podía hacer nada hasta que Marion se recuperara pero se sentía angustiada pensando que todo podía solucionarse muchísimo antes si ella consiguiera esa prueba.
Primero pensaron en enviar una nota a Alec Folk y esperar su respuesta y así poder comparar la letra. Algo sencillo en un principio, pero no había contado con que el personal de la casa nunca entregarían una carta a ese hombre porque Nick les había hecho saber que no era una persona bienvenida y que podían echarlo a patadas si osaba poner un solo pie en Lauhgton House.
Meredith no tendría ninguna excusa creible si le enviaba una nota después de que su esposo lo había declarado persona non grata. Nadie del personal osaría desafiar al conde entregándola y ella temblaba de solo pensar que se enterara y le pidiera explicaciones.
¿Qué podría decirle después de todo? ¿Que sospechaba de él pero que sólo necestitaba ver su escritura para confirmarlo?. Hasta a ella le parecía poco probable después de pensarlo detenidamente. Hacía ya casi dos meses que viera por primera vez la fima de Carmichael y podía estar confundida al pensar que era la misma caligrafía, pero algo le decía que estaba en lo cierto y esa minúscula parte de ella le hacía seguir adelante con su idea.
Escuchó el sonido de las ruedas del carruaje sobre el empedrado del camino de entrada.
Saltó tan rapidamente de su asiento para ver si era Nick, que se pisó el bajo del vestido y a punto estuvo de caer cuan larga era sobre la mullida alfombra.
Casi corriendo llegó hasta el vestíbulo y esperó hasta que Sanders abríó la puerta.
Nick se quitó el sombrero con aire cansado y le sonrió abriéndole los brazos para que pudiera refugiarse en ellos.
Meredith no se lo pensó dos veces y se lanzó, entre risas, sobre él.
Olía tan bien. Rodeó su cintura con fuerza y lo besó en el cuello poniéndose de puntillas y frunció la nariz cuando la barba le hizo cosquillas.
- Necesitas un afeitado, milord - Lo soltó con desgana para que terminara de quitarse el abrigo.
- Y un baño sin duda.- Se desabotonó la chaqueta.
- Sanders, ¿podría ordenar que preparen un baño?.- Meredith no apartó la vista de su esposo.
El mayordomo asintió y se retiró sin hacer el menor ruido.
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Saga Londres 1 " Matrimonio a la fuerza "
Historical FictionEste es el primer libro de una saga y el que le sigue se llama "Rebelde Rendición". Espero que les guste!! Meredith Carrington nunca, ni siquiera en sus más locos sueños, esperó casarse durante su tercera temporada, mucho menos con alguien tan impor...