Capítulo 3

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Capítulo 3. Visitas.

20.10.2008
08:30 A.M

—Que los cumplas feliz —concluyeron la canción alargando la "i".

Payton sonrió y se levantó de la cama a abrazar a sus padres.

—Felices doce, cariño —habló su padre.

—Pide un deseo —comentó su madre extendiendo sus brazos con el pastel hacía ella, para que pudiese apagar las velas.

Payton sabía muy bien que pedir, solo esperaba que se cumpliera.

Que me deje en paz. Fue lo único que pensó, no hace falta decir a quién se refería, era el único que le causaba problemas de tal modo. Es como una molesta pesadilla.

—Estaremos abajo esperándote para desayunar —avisó Holly.

—Voy enseguida —contestó tomando su cepillo de cabello.

Sus padres salieron de la habitación y ella comenzó a cepillar su largo cabello. Se vio en el espejo y notó las marcas bajo sus ojos, quizá si pudiese dormir mejor, las ojeras no estarían ahí. Dejó el cepillo en su lugar y bajó rápidamente las escaleras hasta llegar a la cocina.

—Más tarde tu madrina vendrá a verte, para que estés lista —dijo su padre sirviendo una rebanada de pastel.

Payton se limitó a asentir, comenzando a comer el pastel de chocolate que tanto amaba.

~*~

—¡Pero mira que grande estás, linda! —exclamó la mujer dándole un cálido abrazo que fue correspondido.

—¿Cómo está? —preguntó Payton.

—Oh yo muy bien, te traje una sorpresa aparte de tu regalo.

Payton miró a sus padres y éstos sonrieron de manera cómplice. La pelirroja volvió a voltear y se encontró con Phoebe, la hija de su madrina y su mejor amiga.

—¡Creí que seguías en Canadá! —exclamó Payton saltando hacia ella, envolviéndola en un abrazo.

—Debía ser sorpresa —dijo abrazándola de vuelta.

—Ven, hay algo de lo que quiero hablarte.

Ambas subieron al cuarto de la pelirroja luego de hablar un rato con sus padres, en el pequeño transcurso a la habitación Payton consideró que podía confiar en Phoebe ¿por qué no contarle lo que ocurre?

—Te ves cansada, ¿no has dormido bien? —cuestionó la castaña.

—No, he tenido inconvenientes —respondió mientras se acostaba en la cama y tapaba sus ojos con el antebrazo.

—¿Qué sucede? —preguntó con preocupación.

—Es complicado y necesito que guardes el secreto —advirtió haciéndola prometer que no diría nada.

Payton ordenó su cama con rapidez para que ambas pudiesen sentarse a gusto a conversar; la muchacha no omitió ningún detalle, le contó desde el primer incidente de Paul hasta el último susto que había recibido por parte del espectro.

—Yo... Payton, he leído casos como el tuyo —comentó luego de unos segundos de silencio.

—¿De verdad? —Payton preguntó con ilusión, quizá esto llegaría a su fin de alguna forma. Aunque al ver la expresión de su prima algo le dijo que no sería tan fácil.

—El problema es que él no descansará hasta ver que acabes con tu vida —dijo bajando la mirada, mientras la muchacha intentaba procesar bien lo siguiente que podría ocurrir.

¿Ella iba a morir? Se negó ante eso, muchas veces al ir hasta el cementerio le prometió a Paul que seguiría, no podía defraudarle.

—No sé cómo ayudarte Pay —añadió en un suspiro—. ¡Quizá podrías ser la excepción!

Payton quería creer, aunque nada le garantizaba que eso fuese a ocurrir.

—Gracias Phoebe, me alegro de que me creas, pero hay que ver la realidad...

Ambas sonrieron de manera forzada e intentaron no tocar el tema.

22:56 P.M

—Ahora que Phoebe volvió debemos vernos más seguido —sugirió Theresa, madrina de Payton, mientras de despedían.

—Claro, sólo nos deben de avisar —respondió Holly con una sonrisa.

Ambas se marcharon y Payton comenzó a preocuparse, no quería ir a su habitación ¿Qué tal si él ya estaba ahí? Tenía miedo y mucho, no entendía por qué la seguía molestando, quizá porque ella no se daba por vencida.

Estaba segura de que él no podría matarla, lo haría por su familia. Lo haría por Paul.

—¿Te irás a dormir? —preguntó su padre.

—Si, estoy cansada—contestó bostezando mientras cubría su boca.

—Buenas noches cariño —dijo su madre.

—Hasta mañana —se despidió subiendo a su habitación.

Al entrar una mala sensación la invadió, cerró la puerta atrás de ella e inmediatamente sintió a alguien ahí.

No quería voltear, pero debía hacerlo.

—Miren que tenemos aquí —habló con esa voz que ella tanto odiaba y temía a la vez.

Payton mantuvo la mirada baja, sólo tenía doce años y recién cumplidos, el miedo la estaba invadiendo.

—¿No vas a contestar? —preguntó con ironía—. Oh ¡ya sé! Irás a llorar con tu amiga de nuevo.

La pelirroja se sorprendió ante eso, él ya sabía todo y comenzó a temer más. Se veía más enfadado que de costumbre.

—Me gusta que me miren cuando hablo, no seas cobarde —dijo tomando la cara de Payton con brusquedad.

—¿C-Cómo sabes que le conté? —cuestionó intentando mantener la mirada.

—No es algo que te importe —respondió con simpleza alejándose de ella y mirándola fijamente.

Ella sabía lo que venía, de pronto comenzó a sentirse fatal, el aire ya no pasaba con normalidad y tenía fuertes punzadas en su nuca.

—Ya sabes lo que debes hacer para que te deje en paz, Payton —susurró en su oreja sonriendo con cinismo.

Sintió rabia al escuchar su nombre viniendo de él y por un momento consideró su propuesta, pero se arrepintió al recordar a Paul. Ahora sabía que él había sido el culpable de todo, no era que Paul era un adolescente con algún problema mental. Él le daba fuerzas, a pesar de ya no seguir aquí.

Lo intentaría, ella lucharía contra Ben cueste lo que cueste. 

My Nightmare ||Ben Drowned||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora