Psicosis [trad/chanbaek]

Décimo primero

PSICOSIS - 2° Fase

Décimo primero

En una sala mal iluminada, un chico pisaba un poco de sangre. Gotas rojas manchaban la pared vieja, transformando aquel ambiente en un escenario de terror. Paralizado, él intentó gritar, pero ningún sonido salió de sus labios. El único sonido presente era el de su corazón bombeando sangre con fuerza. Diferente a él, otra persona posaba inmóvil en el piso, su corazón ya no latía más. 

Cerro lo ojos para protegerlos de la repentina claridad cuando alguien encendió la luz. Había alguien más en el cuarto, que ahora giraba un arma en su dedo indice, mientras miraba el cuerpo en el suelo con una sonrisa maligna en los ojos. 

Chanyeol poder gritar, el rezo. Rezo para despertar de esa pesadilla.

Solo cuando un grito se desprendió de su garganta, él despertó. Sobresaltado, sudando y con lágrimas deslizándose por sus mejillas. 

Otra pesadilla.

En la esquina de la habitación, su pesadilla parecía viva, sentando mientras abrazaba sus rodillas dobladas.

— ¿Por qué sigues aquí? — Chanyeol le preguntó a Sehun, pero él no respondió.

Frustrado por ser ignorado, se arrojó encima de él. Lo tomó por el cuello y lo arrojó al suelo, colocándose sobre él, le pidió una vez más con irritación que le respondiera algo.

Sehun no dijo nada, y recibió un golpe por su desobediencia y negligencia, pero, no fue sólo uno. Pregunto más de una vez porque él estaba allí. Y Sehun no dijo nada. No decía nada desde su falso suicidio. Él solo aparecía como un fantasma. Chanyeol lo sacudió varias veces, y con ira golpeo su rostro. Una, dos, tres veces.

Sehun comenzó a llorar y Chanyeol se alejó arrepentido. Jamás trataría a Baekhyun ni siquiera cuando pensaba que él no era real, ¿por qué creía que tenía el derecho de lastimas a Sehun ahora que el juego se invirtió?

Lastimado, Sehun se sentó con dificultad, tosiendo sangre. Se limpió la sangre y un gemido de dolor escapo de sus labios.

— Nunca imaginé que no existieras. — dijo con los hombros temblorosos. — Otras personas te vieron, hasta se burlaban de nosotros. ¡Lo recuerdo! Te vi disparándote en la cabeza. ¡Mierda! Lloré por ti.

Chanyeol escondió la cabeza con las manos y lloró, la culpa de haber lastimado a Sehun sumado a la confusión de los últimos días. 

No sabía por qué no hablaba más, pero sentía su falta.

• • •

Aún era muy temprano cuando Chanyeol golpeo la puerta de la casa de su psiquiatra. Fue un poco incómodo cuando este apareció con cara de recién despertado. Puso las manos en los bolsillos y mordió su labio inferior, esperando una queja por parte del mayor.

— Buenos días, ¿madrugando? — preguntó después de un bostezo.

Chanyeol murmuró un pedido de disculpas en voz baja, y entró cuando se le fue permitido el paso. Suho le pidió que lo esperara en la sala por un momento. Cuando volvió, tenía una taza de café azucarado y caliente en las manos, el cual le entregó a su paciente. Él estaba vestido con un pijama por debajo de su bata de cuadros, y calzaba pantuflas blancas. Fue a la cocina otra vez y también se sirvió una taza de café. 

— ¿Qué te trae aquí tan temprano, Chanyeol?

— Quería saber cómo estaba Baekhyun. — respondió incómodo, encogiendo los hombros y bebiendo de su café.