Psicosis [trad/chanbaek]

Segundo

PSICOSIS – 1°  Fase

Segundo

Chanyeol sonrió tímido, girando el rostro para ocultar sus ojos húmedos.

— Pensé que no iba a volver a verte. — comentó.

El chico encogió los hombros, sus labios se apretaron, transformándose en una línea fina. No dijo nada, se quedó con la cabeza gacha como si no supiese que decir. Estaba usando la misma ropa de ayer y su rostro estaba más pálido. Chanyeol se sintió incómodo con la falta de respuesta.

Jadeando, el más bajo se fue a sentar en la escalera.

— ¿Dónde estabas? — indagó curioso, por no decir desconfiado. Caminó hasta el chico donde se sentó también, con duda, un escalón abajo. — Me recuerdas, ¿no?

Se habían visto por pocos minutos, pero no había como olvidarse de alguien tan rápido, ¿verdad?

Una vez más no hubo respuesta. Entonces Chanyeol colocó su mochila en el piso, la abrió y sacó algunas bolsas de golosinas de ahí, esparciéndolas por el piso.

— Traje chocolates y otras cosas, mira. — dijo, y el chico miró hacia abajo. — ¿Quieres agua?

Chanyeol se levantó con la botella y la estiró para que el otro la tomara, pero el chico ni se movió, aunque mirara la botella. De repente las voces en su cabeza comenzar a perturbar y su mano se movió automáticamente siendo comandada por la voz interior. Giró la tapa de la botella, después arrojo el agua al chico frente a él.

—¿Q-qué estas haciendo? — preguntó saliendo del trance, mientras pasaba la mano por su cabello mojado.

Chanyeol se arrepintió en ese exacto momento, pero la desesperación por una reacción había sido mas grande.

— No estabas respondiendo. — Se explicó. Bueno, una buena explicación no era, pero mejor que contarle sobre las voces en su cabeza acusándolo de no ser real.

— Estaba pensando en que decir. ¿Siempre le arrojas agua a las personas que se quedan en silencio por un minuto?

No era necesario pensar tanto, solo podría haber dicho un hola, o aceptado lo que le era ofrecido.

— Discúlpame — pidió, con miedo de haber asustado al otro. Se quitó la chaqueta y la estiró para el chico. — Toma, para secarte.

El mas bajo negó, retirando un pañuelo del bolsillo y secándose el rostro. 

— Esta bien.

— Realmente lo siento mucho.

Entonces él comenzó a reír, sus ojos transformándose en dos lineas.

— ¿Por qué te estas riendo? — preguntó Chanyeol.

— De la escena. — respondió. — Yo en silencio como un idiota y tu arrojándome agua encima, ¿no es divertido?

— Sí... — concordó, aunque no lo encontrara tan gracioso.

El otro finalmente le dio atención a los dulces en el suelo, revolviéndolos en busca de su favorito. Cuando lo encontró, no tardo en abrir la envoltura y darle una mordida al chocolate.

— Hm... Este es muy bueno, ¿no vas a comer? De cualquier forma, va a ser imposible comer todo esto hoy.

— Puedo comer todo cuando estoy ansioso, pero... — se ruborizó — después me da dolor de estómago.

El chico se rió una vez más. Chanyeol pensó que el tiempo se había detenido cuando vio al otro riendo, el sonido llegaba hasta él como una melodía.