Capítulo 4: La persecución continúa

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HOOOLAAAAA! Ya sé, fue muuucho tiempo sin dar señales de vida, pero la escuela... AAGGHH! pero ya acabé, pasé todas mis materias con buen promedio a comparación de lo difícil que estuvo, y estoy de vuelta. les traigo aquí un capítulo donde verán el avance de este viaje contra el tiempo para salvar a nuestra princesa mestiza querida. Actualizaré un poco más seguido ya que estoy de vacaciones, quizá me tarde un poquito para hacer los capítulos más largos pero... estoy de vuelta así que disfruten el capítulo ;) Nota: J. R. R. Tolkien tiene derecho de todo lo relacionado con El Hobbit y ésta continuación y mis fanfics son una combinación de mi imaginación con la suya.

Capítulo 4 "La persecución continúa"

Frío, fue lo primero que Thalia sintió mientras recuperaba sus sentidos, frío en el rostro, luego en sus brazos, por más que trataba de cubrirse entre sus mangas largas, su sangre se congelaba, era una noche fría, solo se escuchaban las ramas y las hojas secas crujir, notó que estaba en una roca que raspaba su mejilla, se sentó lentamente mirando todo a su alrededor, no había nadie, no sabía cómo había llegado ahí. Notó que su vestido estaba sucio, manchado de tierra y algo roto de las orillas; tocó su vientre para asegurarse de que su hijo estuviera bien, no había sangre ni heridas más que pequeños raspones en sus rodillas y manos, podría concentrarse en escapar, cuando empezó a levantarse una pisada dura a unos pasos de ella captó su atención.

-¡Sucia e inmunda enana! –chillaba un orco frente a ella, Thalia no se dejó intimidar así que desafió con la mirada a la asquerosa criatura.

-¿Por qué me trajiste aquí?-el tono de Thalia logró sorprender un poco al orco ya que sonaba firme.

-¡Sucia enana, no te levantes! ¡No podrás escapar!-la voz del orco era horripilante e irritante, al igual que su aspecto, piel grasosa y maltratada, de tonos claros y oscuros en diferentes partes, también algo bajo ante un humano; el orco se desesperaba al ver cómo Thalia se levantaba.

-¡Respóndeme!-exigió acercándose al orco retándole.

-Mi amo... el elegido...-el orco escupía mientras respondía lentamente- No debe regresar...

-¿Qué no debe regresar?-preguntó Thalia, notó que el orco tenía un arma en mano, el orco se distrajo y Thalia aprovechó para arrebatar la cuchilla del orco y apuntarlo.- ¡Habla!

-¡No debe regresar!- el orco se abalanzó contra Thalia y ella trató de apuñalarlo mientras forcejeaban pero ella resbaló y cayó de espaldas, el orco recuperó su cuchilla y cuando estuvo a punto de matarla algo lo detuvo.

-¡El amo la quiere viva!-otra voz ronca resonó en el lugar, un orco un poco más grande apareció detrás del otro. Con grandes zancadas el orco más grande se acercó a Thalia y sin importar los pequeños forcejeos de ella, la levantó y le amarró las manos, ambas criaturas espeluznantes la guiaron entre los árboles secos, sentía un aire frío con olor a podrido, las ramas crujían ante sus pasos; "Esto ya lo he visto antes" pensó Thalia, llegó ante un grupo con más orcos, que al parecer los esperaban.

Más orcos con sogas y prendas sucias y rotas, la empezaron a amarrar aún más del cuello y los brazos, Thalia trataba de quitarse pero empezó a sentirse débil, además de que temía que cualquier movimiento brusco podría dañar a la criatura que llevaba en sus entrañas. El grupo entero empezó a caminar rápido, como si tuvieran miedo, como si algo los pudiera perseguir. Entonces Thalia se dio cuenta de algo, estaba en el Bosque Negro.

Más allá del Valle...

Cuando el grupo pasó por Valle avisaron también al Rey Bardo, quien también se unió a la búsqueda de su querida amiga dejando a Percy a cargo; estaban a un día de llegar a la antigua Esgaroth, pues ya lograban ver el pueblo destruido, con casas quemadas, otras hundidas, y ninguna estaba completa y segura.

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⏰ Última actualización: Jun 04, 2016 ⏰

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