Espacio personal V

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10:00 am
La campana había sonado y satisfactoriamente la clase había concluido sin haber  prestado ni un ápice de atención en toda la hora por el simple hecho de sentirse observado como bicho raro o algo así tal vez ya se habían configurado ya la idea del retratarle como el raro que estuvo un tiempo en la clase dentro del último año, simplemente como algo vago y pasajero.
Pero fue sacado de su pensamiento por que no sabía si estaba en un fuerte estado de paranoia pero sentía como si literalmente le clavaran con la mirada a lo que procedió a observar el entorno despreocupadamente hasta que se dio cuenta de dónde estaba el origen del problema provenía de su izquierda y como su intuición le decía era este misterioso chico de profundos ojos azules y de oscuro cabello del cual había sabido hace un par de horas como se llamaba apenas, el que ahora le estaba observando a una distancia bastante corta de apenas medio metro.
Su expresión y compostura se derrumbó en mil pedazos en un par de segundos y en un simple gesto, más que invadir su espacio personal ahora estaba demasiado cerca y sin alguna razón aparente tampoco le había dirigido la palabra en algún momento, de hecho pensaba que después del bochorno del día anterior y de auto denominarse pervertido u acosador estaba equivocada tal vez esto debería apuntar a quien estaba atacando su espacio personal.
Por lo menos esta escena fue interrumpida por un bullicio que se sentía desde fuera del salón de clases, por la expresión de quienes se encontraban en el receso parecía ser una escena bastante común y diaria. Por alguna razón el chico de profunda mirada estaba con una mueca entre el desagrado y la preocupación, esto le trajo una extraña preocupación sobre lo que venía a continuación solamente podía ver esta situación con enorme extrañesa, hasta que se ve entrar una aparente manada de chicas, de diferentes clases y años que se dirigían hacia donde se encontraba pero más específicamente hacia su izquierda, cuando vio que empezaron a entrar pudo escuchar bastantes no y algún tipo de negación provenientes de su compañero de clase, en cierto segundo el atinó a ver por la ventana tal vez como una opción para escapar al parecer esta situación siempre traía problemas, ya estaban a metros de acercarse por completo hasta que se escucho una muy molesta y altanera voz desde otro lado del salón.
- Váyanse de aquí mujeres, para la próxima deberían venir por mi, Dio- Quien dijo estas agrias y egocéntricas palabras eran originadas por un joven bastante alto y de complexión bastante similar a la de se compañero que al parecer se estaba salvando del problema de cada día, a esto se le suma que lo extranjero se podía distinguir a varias leguas de distancia añadiéndole en cierta parte una mala utilización del idioma pero no se sabía a ciencia cierta si de verdad lo hablaba mal o simplemente utilizaba la tercera persona diestra y siniestra para hacer énfasis o algo por el estilo.
Las chicas que acababan de entrar solamente le dirigieron miradas de odio, y frases de odio como muerete, pudrete, ojalá te atropellen a la salida, y esos eran las frases de menos calibre que salían de la escena. Después de lo sucedido el protagonista de la absurda escena que implicaba un mal vocablo que acababa de pasar se dirigió al punto a donde se dirigían en primer lugar las chicas, este por alguna razón tenía una cara de disgusto hasta que llego a donde se encontraban tal vez venia a hacer otra escena pero ahora más de cerca, posicionándose de manos en la cintura suelta unas pedantes palabras como su pedante ser pero esto fue detenido por un súbito -que es lo que te dolió ahora?- del pelinegro que arruino toda la entrada dramática del agrio chico rubio pero también fue arruinada por la intrusión de otro joven de cabellera azul y un poco revoltosa que estaba cerca de allí que venia acercándose en cierto son de regaño por la bochornosa situación del denominado florerito de la clase, el yoyo para hacer una denominación mas corta esta última era la más común por el afán de la utilización de la tercera persona.
- No deberías seguir haciendo estas escenas son un poco penosas, así no llamas la atención de nadie, Jotaro por favor perdónale no sabe lo que hace - Dijo esto con un ya no semblante de regaño si no que con bastante sonriente casi a carcajadas a lo que dentro de su catarsis se dio cuenta de la presencia del chico nuevo de la clase siendo que en primer punto se iba a dirigir a el pero no podía evitar decir esa aparentemente graciosa frase para él.
-Ya que eres el chico nuevo seguro aún no conoces a nadie, yo soy Jonathan Joestar, y este limón agrió es Dio de todas formas en el fondo muy en el fondo no es tan agrio- Decía esto en un todo aún con cierto ánimo de risa, pero utilizaba un casi perfecto japonés.
Pero de todas formas le presto atención y le aprecio bastante dentro de sus memorias nunca se le habían acercado para entablar alguna conversación y mucho menos el primer día, dentro de lo que quedaba de receso le contó que Dio que era como su hermano ya que por ciertas circunstancias de la vida convivan juntos por ello la denominación, su primo que debía pulular por ahí y él mismo eran provenientes de el antiguo continente específicamente de Inglaterra y que por algún impulso de se padre en ir a Japón se instaron allí hace un par de años además le mencionó el parentesco que tenía con Jotaro y que le perdonara si actuaba muy raro, casi como si fuera su madre o algo así . Por alguna razón mientras escuchaba esto vio de reojo al pedante rubio y al chico de profunda mirada y ambos tomaban la misma postura de brazos cruzados y poner ojos blancos cada vez que Jonathan contaba lo mismo por alguna razón que no comprendían siempre salía con lo mismo, al menos esto le tranquilizó un poco de la escena de hace un par de minutos pero fue interrumpido por el nuevo toque de campana y todos se dirigieron a sus asientos y se dio comienzo a otra hora de clases.
Por alguna razón se sentía bastante feliz o contento por el simple hecho de que alguien se le acercara a conversarle y no le ignorara, pero lo que le preocupa más era la  intrusión a su espacio personal previo a la escena de estampida de chicas de hace unos 15 minutos atrás esto le preocupaba ya que de verdad no sabia en que terminaría esto en un par de días o tal vez en un par de horas pero todo se le estaba volviendo un poco confuso en su mente empezando a fantasear con cosas extrañas, de todas formas ya por hoy no prestaría nada de atención todo se estaba convirtiendo en una mala broma que le hacia adoptar una gran contraposición tanto como de sentimientos como de gustos personales.

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