II

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Apolo

Abrí la boca en estupefacción e incredulidad. ¿Yo como un mortal?... Bueno, no sería la primera vez. Anteriormente papa nos había convertido a mí y al tío Possey en mortales. Y una vez más a mí, esta sería la tercera, tampoco es un castigo tan terrible.

Si hago algunas cuentas, pasare algunos años como mortal ayudando a algún semidiós, incluso podría beneficiarme, si logro atarme a May podría estar con ella y estar juntos.

Mire a May en busca de su reacción, pero ella tenía el gesto torcido y la cejas juntas, ella no parecía demasiado feliz con la decisión de Zeus.

— ¡Apolo no durara un día como mortal! —chillo furiosa.

La mire ofendido.

—Ya he sido mortal y he sobrevivido, May —le dije.

Ella me miro con nerviosismo.

—Lo siento —se disculpó.

Solo hice un ademan irritado.

—Como sea —masculle.

Pero May se encogió en su lugar. No recordaba haber utilizado ese tono con ella antes. Me reprendí a mí mismo por haberlo hecho, ella solo quería ayudar, y ella estaba sensible, aún más ahora, sabía que estaba insegura con las cicatrices de su rostro.

Siendo sincero, me impresiono grandemente, hizo que el enojo y sed de venganza vinieran a mí, pero sabía muy bien que no tenía solución, su injusticia se quedaría allí. También sabía que eso no la hacía más guapa, incluso oscureció su mirada, pero una vez más, sabía que me seguía fascinando cada centímetro de ella.

Trate de decir algo pero algo en su expresión me dijo que ella me daría un puñetazo si le decía palabras inadecuadas para suavizar la situación.

—Mi dictado está hecho y eso se hará —sonó la estruendosa voz.

Intercambie una rápida mirada con Artemisa, era definitivo, Zeus no cambiaría de opinión.

May quiso decir algo pero yo la interrumpí.

—Está bien, May. Hay que admitir que tengo cierta culpa en esto, no toda la que se me impone pero si gran parte —trate de tranquilizarla.

Ella me dio una mirada angustiada.

—Te encontrare, Nico, Will y los seis me ayudaran a vigilar cada rincón donde puedas estar —respondió ella con preocupación.

—Eso sería impertinente de su parte, protectora —interrumpió Zeus—. Tiene prohibido entrar en el camino de Apolo. Él deberá probar que es capaz de sobrevivir.

Lance una mirada de ira y traición a mi padre. No comprendía como podía hacerme eso.

Volví la mirada a la inquieta May.

—No te preocupes por mí, en cuando caiga en la tierra iré al campamento mestizo, nos veremos allí —le prometí tomando sus manos.

Ella miro hacia arriba para poder mirarme el rostro, ella era unos 10 centímetros más baja, aunque supongo tenía una estatura normal para los bajos y escuálidos mortales.

—Pensé que después de mirar las cicatrices no volverías a verme de la misma forma —dijo realmente bajo que apenas y alcance a escucharla.

Eso confirmaba cada sospecha que tenía. Ella estaba rota, lo suficiente como para decir sus inseguridades en voz alta y frente a todos los dioses, ella necesitaba desesperadamente que la consolara y tampoco es como si yo me resistiera a ello.

Madre De HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora