-¿Algún día me amará?-Se fue Triline con una cara de pucheros y triste.
-Dalas tienes que hablar con tu hermana, que le dé una oportunidad a Tri, él sufre por ella.-Dijo Jazmín seria.
-Haré lo que pueda, me tengo que ir chicas, que tengáis una tarde linda.-Se despidió Dalas de dos besos a cada una.
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-¿Irán a lo de la excursión del colegio?-Preguntó Tri.
-No lo sé, ir a un bosque de otro país se me hace muy tenebroso. -Dijo Jazmín abrazándome.
-¿Y tú ___?-Me preguntó Jaz.
-No sabía de la existencia de dicha excursión. -Dije confusa.
-Cierto, eres la nueva. Verás ___ cada año nos vamos a Sila, en Italia.
-¿QUÉ?-Me paré de golpe de la arena.-¿Por cuántos días es el viaje?
-Una semana.-Dijo Triline mirando su teléfono.
-Bueno, un viaje a Italia no suena mal.-Respondí con más calma, la fin y al cabo estaría lejos de 8cho.
-¡Genial!-Se me tiró encima Jazmín.
-Pero lo malo es que irán los de segundo grado.-Dijo Tri con una cara de pocos amigos.
Mierda, pensaba que me iba a librar de 8cho, pero no. Donde yo vaya él me seguía.
Ya eran las 7 de la tarde, Luis me llamó por que venían visitas.
Triline nos llevó a mi casa, ya que Jaz se quería quedar conmigo.
Al entrar a casa vi a mis padres, no lo dudé y me lancé a abrazarlos.
-¡¡Hija!!-Dijo mi padre.
Hubo un momento de silencio y mis padres veían a Luis con una reacción de enfado.
-¿Pasa algo?-Dije mirándolos confundida.
-Queremos hablar contigo. A solas.-Mi madre miró a todo el mundo, Jaz se fue a mi habitación, Luis y Germán salieron a la calle.
Mi madre se sentó en el sillón con mi padre, él dio varias palmadas al sillón insinuando que me sentara con ellos.
-Mira ___, cuando eras una nena nosotros teníamos de vecinos a una pajera con una bebé de dos años llamada Laura Martínez. Los padres eran... Como decirlo.. Precavidos. Y nos dijeron que cuando les pase algo, algo que puedan controlar.. Que cuidemos de su hija como si fuera una hija más.-Dijo mi madre seria.
-¿Y donde está ella? ¿Que pasó?-Dije muy confundida.
-La pareja murió cuando iban a ver el embarazo de la madre de esa pequeña, iban tan deprisa que murieron en un accidente de coche. La pequeña estaba a nuestro cuidado. Esa pequeña eras tú.-Añadió mi padre. Mis lágrimas no dejaban de salir, mis padres estaban muertos.
-Te lo queríamos decir a los 14 años, pero Luis nos dijo que aún no era el momento. Él nos dijo que te lo iba a decir pero no pudo. Es por eso que estamos acá sentados contigo. Espero que no nos odies.-Mi padre tomó la mano de mi madre.
-¿Odiarlos? Ustedes me criaron como una hija más, me dieron todo lo que podría tener, amor, una familia. Los amo mucho, odiarlos nunca.-Me limpié las lágrimas y los abracé.
-Bueno, en ese caso nos quedamos a Barcelona, veo que tu hermano Luis aún es un poco niño para tener orden en una casa.