🌌Segunda parte de: Human💀Error🌌
❝Con ella no aprendí a creer en el amor, porque esa clase de sentimientos son las fallas incorregibles que tienen los seres vivos y puedo asegurar que mi mente no es igual de ordinaria que las demás...
Más bien po...
Los primeros rayos del sol se dejan mostrar por la ligera abertura de las cortinas que cubren la ventana, inundando por completo la habitación con su calor. Haciendo brillar las sábanas blancas que nos cubrían del frío, alumbrando su piel pálida con esa luz color naranja que lo hace ver más atractivo que siempre. Debo aceptar que está es la parte que más odio del día, tener que levantarme muy temprano para empezar la misma rutina de siempre. Miro el reloj y veo que tengo poco más de 10 minutos para descansar, cubro mi cabeza con la sabana recibiendo gustosa ese poco tiempo para dormir. Pero me he dado cuenta que perdí al menos 3 minutos preciados por observar su rostro que duerme tranquilamente, examinando cada detalle. Su mano descansa en mi cintura que sostiene con fuerza, manteniendo mi cuerpo cálido con su calor. Retiro uno de sus rizos que cae sobre su frente y no puedo evitar perderme en la forma de sus labios. Odio tanto hacer esto, cada mañana el tiempo se va rápidamente cuando su cara se cruza en mi camino, es difícil tener que levantarte de esta perfección.
Se remueve un poco en la cama, aferrándose a mí y atrayéndome más cerca de él, acepto gustosa su abrazo para acurrucarme en su pecho. Pero mi mala suerte no deja que siga con lo único bueno de despertar temprano, la alarma suena a todo volumen e interrumpe mi momento.
—No... —me quejo lo más fuerte que puedo y subo en él para poder apagarla. —Es hora. —le digo una vez que regrese a mi lugar.
—¿Te digo algo?. —permanece con los ojos cerrados y su voz en más ronca que lo normal. —Eres lo mejor de despertar cada día.
Abre únicamente un ojo y no puedo evitar acercarme a él para besarlo.
—Lo sé, pero mi jefe no sabe eso... Así que es mejor me levante ahora.
—No... —se queja, y sube sus piernas en las mías para evitar que me vaya. —Solo 15 minutos más.
—No puedo, pero prometo que te lo recompensare.
—Sabes que no tienes que hacer nada para que yo caiga a tus pies Hannah. —acaricio mi mejilla. —Con tan solo mirarte y despertar cada día a tu lado, me es suficiente.
—¿Podrías dejar de ser tan cursi una vez en tu vida?.
—¿Contigo a mi lado?... No. —puso una sonrisa que podría alegrar cualquier error del día.
—Debo de ir a la ducha. —le doy un beso rápido y me levanto de la cama.
—Oye... Te amo.
Mi lengua se traba justo en ese instante, y no tengo nada que decir.
—Se hace tarde Sebastian. —le lanzó unos calcetines. —Rápido, te toca preparar el desayuno.
—No me queda de otra... —suspira en voz alta y estira los brazos antes de levantarse.
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Corro a la bañera y no es exactamente porque se me ha hecho tarde, sino por esas dos simples palabras que me hacen huir siempre...
