—Quiero encontrar una buena razón para dejar de hacer esto —decía el hombre con un pronunciado terrible del acento inglés, después de golpear fuertemente el labio del mártir y dejarlo aún más ensangrentado por la fuerza del impacto. —¿Pero, sabe?... —relamió sus labios —Es tan bueno sentir como tus puños sirven para algo.
Quejidos, esfuerzos y golpes se encerraban en la sala de confesiones de la vieja cárcel, el olor a humedad y tierra mojada invadían cada espacio del enorme lugar que escondía los peores secretos.
El agresor había insistido por largas horas, desde que capturaron al "espía" que invadió su terreno, que respondiera las preguntas por medio de muchos métodos que funcionaban gracias al dolor, sin embargo, tal parecía que no marchaban correctamente sus tácticas al ver que él desistía y guardaba absoluto silencio.
—Me sorprende su fortaleza, pocos aguantan lo que usted. Otro ya se habría rendido —se puso de cuclillas frente a él, esperando encontrar alguna alternativa para hacerlo hablar y descubrir cómo fueron encontrados. —Lo único malo, es que ese tipo de personas son las que menos duran aquí.
Estiro sus rodillas, no sin antes levantar la barbilla del otro y propinarle un último golpe en el rostro con su arma.
El sujeto que lo sostenía por detrás, apretó el agarre de sus brazos mientras el jefe disfrutaba de darle un nuevo escarmiento, como siempre suele gustar hacerlo.
—No quiero que piense mal —hace un falso gesto de compasión —Pero merece este pequeño castigo, usted se creyó el héroe de la historia; vino a entrometerse donde no lo llamaron y miré como terminó. Se arriesgo a salvar un infeliz como lo es Morgan y fue traicionado, es una lástima que lo abandonara a pesar de su esfuerzo, ¿no lo cree?
Soltó de nuevo su puño con fuerza al detective que se mantuvo callado, sin importarle las amenazas.
—Entonces, ¿me dirá quién diablos es? Porque si lo hace, créame que su castigo será mucho menor que el que tengo en mente. No me gustaría destruir su rostro.
Lo observó por unos segundos, sin obtener ningún cambio.
—¡Dígame su maldito nombre!
Desde el piso superior, los gritos amenazadores se escuchaban con intensidad por todo el pasillo, junto a los gemidos de dolor que provocaba Bin Belardi, el iniciador de un tormento como lo era aquel. Las palabras que vociferaba en alto permitían saber cuál era la causa de su molestia, siendo este un buen indicio para el plan que estaba por ser ejecutado.
Los participes a cargo de realizar el rescate del reciente secuestro, se encargaron de limpiar la zona donde tenían torturando al detective, acabando con los cómplices del sujeto que llamaban Knock, y cumplir una parte del plan a la perfección.
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ᴛʀᴏᴜʙʟᴇ ɪ'ᴍ ɪɴ
Fanfiction🌌Segunda parte de: Human💀Error🌌 ❝Con ella no aprendí a creer en el amor, porque esa clase de sentimientos son las fallas incorregibles que tienen los seres vivos y puedo asegurar que mi mente no es igual de ordinaria que las demás... Más bien po...