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Oh sí, todo fue muy lindo. Pareciera que no hubiéramos empezado nada realmente pero sabíamos que sí. Eramos un poco más que amigos, pero la amistad era más fuerte. Ya hablábamos todos los días. Venía casi diario a mi casa y siempre teníamos de qué hablar y reírnos y sí, ahora teníamos muchas más oportunidades para tener sexo. Y lo hacíamos mucho. A mi me encantaba, claro. Y él me decía: "No te preocupes, me encanta que seas así" así que no me molesté, no, para nada. Y bailabamos, jugábamos... Una vez me rompió un diente por hacerle cosquillas... Y ahora tenía sus besos cada que se me antojaban. Salíamos. Hablábamos todo el tiempo y... Sí, tres meses y medio muy felices.

Luego se planteó una duda. Creo que ese fue uno de los problemas, aunque él dice que no, que es cosa de él, pero desde que se presentó la duda de un posible embarazo nos fuimos distanciando, ya comenzábamos a ser los desconocidos que nunca llegamos a ser. Me decaí mucho. Lloré varias noches pensando en que iba a perder lo que nunca había tenido. Lo que siempre quise realmente... Y que enserio sentía hasta que yo misma me estaba perdiendo, y sí, me estaba perdiendo en todos mis pensamientos, y que le estaba dejando por ello. Creí que ya no era lo suficiente, y, lo que más me dolía era que no lograba ni sabía como enamorar a quién me tenía enamorada por quién sabe qué. Y que lo perdí, que ahora mismo si es un desconocido, que apenas me habla, y que ya no lo quiero hacer yo porque me duele su poco interés, porque... Ya no es mi mejor amigo...

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