Esmeralda.
Murió. Lamentablemente, había muerto.
Cuando escuché el balazo provenir de la sala, busqué mi arma de emergencias, la cual no encontré, así que opté por el bate de béisbol. Gran sorpresa me llevé al ver a mi hijo con mi arma en mano y sangre corriéndose de la cabeza. Pero mayor mi sorpresa, al ver a Liliana llorando en silencio. Tomada de la mano de Patrick.
Me sentía pésima y aún tenía que ver a mi hijo nuevamente. Era doloroso verlo sin vida, sin esa sonrisa que lo caracterizaba.
-Señora Harries, traté de reconocer a su hijo- Me indican.
Asiento y levanto las sábanas, buscándolo. Pero no está.-No está aquí -susurro.
Salí de ahí, aún traumatizada, pues no podía imaginar los motivos para que se quitase la vida. Miré al frente, y vi al hombre que más odiaba, junto con su ingendro: Luca y Lauren.
Lauren lloraba.
«Muevete, hazlo. Sal de aquí »
Luca me sonrió con tristeza.
«No me oíste, ¿cierto? Mueve tus malditas piernas. Anda»
Traté de dar media vuelta, pero no podía. Terminaron de acercarse y la vi. Lauren tenía los ojos grises, tan claros que parecen blancos, en cambio, Patrick los tenia marrones llegando a grises. De solo pensar en el, ahí tirado en el suelo de la sala se me encoge el corazón. Siento que fue mi culpa, consentía mas a Liliana que a él. Pero lo amaba como jamás he amado a alguien. Los quería, a ambos. Los amo más que a mi propia vida.
-Esmeralda- me llamó Luca guardando distancia entre nosotros-, Siento mucho lo que pasó, pero debemos ser fuertes. Por él. -se le quebró la voz- Y Sé que mis palabras no harán que vuelva, pero si te sirve de algo, ten.
Me estiró un sobre, que simplemente decía "Mamá" con la fina caligrafía de Patrick, asi que lo leí. Yo tenía bastante culpa de su suicidio. No pude contenerme y lloré silenciosamente.
-Yo...-Comenzó Laureen siendo impulsada por su padre. Se limpió las lágrimas- Siento mucho esto, me duele el alma. Patrick era...-. Le golpeé la mejilla. Esa zorra no debía pronunciar el nombre de mi hijo.
-Calla. No lo menciones. Te mataré si escucho su nombre salir de tu estúpida boca.
Me aleje y escuche que gritó.
-El estaba enamorado de mí y yo de él.
Salí del hospital y me dirigí a casa. En algo tenia razón Patrick; debo cuidar a Lily
Lauren.
La cachetada aún me dolía. Estaba completamente destrozada, sabía que era mi culpa que se hubiese suicidado. Él me amaba y yo lo había botado por Lisset.
Lloré y no salí de mi habitación, hasta que Luca me informó que Nate estaba aquí. Irradiaba felicidad, así que probablemente no sabía de Patrick.
-Nate... -susurré cuando lo vi en la sala- Oh, Nathan. Debes... debes saber algo.
Me miró confundido y se acercó a mí -¿Qué pasa, Lauren?- mis padres inclinaron la cabeza y subieron las escaleras.
Tomé una bocanada de aire y la mantuve -Supongo, que sabes lo que es el suicidio. Bueno... esto...
-Ve al grano -dijo nervioso.
-El suicidio es acabar con tu vida cuando ya no puedes más, por los motivos que sean -asintió- bien... pues Patrick se ha matado.
Sollocé, lágrimas brotaron de mis ojos y me lancé a Nathan.
-Patrick... -susurró- mi hermano. Lauren, dime... dime que estás bromeando.
Negué y apreté su camisa entre mis dedos.
-Dios... Patrick. ¿Cómo?
Me calmé un poco y fui narrándole la historia, cada detalle. Y volví a destrozarme por dentro.
-Lily... ¿ella lo vio?
Sollocé y asentí, estirándole un sobre con caligrafía de Patrick.
Nathan.
No podía imaginar que mi hermano estaba muerto. Él y yo habíamos pasado tantas cosas.
Tomé el sobre y lo abrí sollozando. Cada letra, cada palabra, el último aliento de Patrick.
-Oh, por Satán... amigo, lo siento -sollocé- de verdad, lo lamento mucho.
Le dije a Laren que la vería después y subí a mi auto rumbo a casa de mi amigo.
Su hermana abrió la puerta, tenía un sobre en sus manos, como el que todos habíamos recibido.
-¿Qué haces aquí, Nate?
-Quería visitar a mi rubia favorita. ¿Esmeralda está aquí?
-No. Salió a las compras.
«No lo hagas Nathan»
-Mientras llega... juguemos a algo, ¿te parece?
Me miró un rato, pero terminó aceptando- ¿no incluye el dinero o teléfono?
Reí.
-Tranquila. Se llama "cuentame un secreto". Tú me cuentas algo y yo a ti.
-Te ganaré -sonrió- empiezo yo. Tengo novio: Finn.
Ahora sabía porqué Patrick sobre protegía a su hermana.
-Interesante -dije y cerré los ojos- me toca. Soy un estúpido, y si pudiese cambiar de lugar con Patrick, lo haría.
-No eres estúpido -me reclamó con el ceño fruncido -Pato te quería mucho, pero no soportó enterarse de lo tuyo con Leslie.
-Sabes que no le gusta que la llamen Leslie. Peto bueno... jamás la tragarás, ¿verdad?
-¿Cómo hacerlo si esa zorra tiene la culpa de que Patrick esté muerto?- exclamó enojada.
«Te dije que no lo hicieras, Hale»
-¡Yo no dije nada!- gritó y se cubrió la boca. Alcé una ceja y la miré -Tengo chocolate, quieres chocolate, yo sé que quieres chocolate.
-Lily, repite lo de tu hermano.
-Iré por el chocolate.
La iba a tomar del brazo cuando una bocina de auto sonó. Sabia que Esmeralda había llegado.
-Esa es mi mamá -dijo y corrió a la puerta.
-Liliana... -volvió su vista a mí impaciente -yo no estuve aquí, pero quiero las respuestas.
Salí por la puerta de la cocina y corrí a mi auto. Comencé a llorar mientras leía la carta. Era culpa mía que Patrick se suicidara. No era un chico que se respetará. Yo merecía morir.
Me gustaba torturarme, leía la carta sin parar. Una y otra vez.
Nathan.
-Lo siento, amigo.
[Después de esto, volvemos al presente.
¿Alguien estará mintiendo? ¿Qué pasará?]
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Suspence Espectre {Editando}
FantasiPortada: @JuanPal24 #CarrotsAwards Desde niño, a Patrick le encantan los trenes. Re normal. Todo niño tiene su "adicción". Pero creeme que él, es de todo, menos normal. ¿cliché? Pfff, no. Para nada. Las apariencias engañan, creo que lo sabes. ¡Vam...