—¡La que me parió!— grité y abrí los ojos. Pearl estaba encima de mí con una gran sonrisa en su rostro.
—Buen día, Nick— me saludó —¿te parece si vamos a desayunar?
—Me encantaría —repliqué— pero antes, bajate de mí.
Hizo un puchero —Pero aquí estoy cómoda —se quejó, a lo cual alcé una ceja con diversión— No... a lo que me refiero es que... ya, ya me bajo.
Por intentar bajar de prisa, no se fijó dónde ponía los pies y terminó enredándose conmigo y haciendo que tropezáramos. Caímos al suelo y odié por un momento que fuese una escena cliché. Sonreí y me acerqué a ella con intención de besarla, aunque claro, nunca falta aquel que se mete cuando los protagonistas están en un beso.
—Anda ya... otro día se besan.
—Jodida— murmuré y salí al pasillo, para bajar al salón. Ya abajo, me disponía a salir.
—Chaval, sigues en bóxer.
Mire hacia abajo y me golpee la frente con la palma de la mano.
—Claro— me golpeé la frente y subí rápidamente, para ponerme una jersey, unos jeans y mis Converse rojas. Tenía a montones, y cómo no, si me encantaban. Eran mi vida. Llamé a Pearl y bajé con ella, para encontrar a Lucy, la cuál me pidió que la llevara de caballito, así que la subí a mi espalda y sonreí.
✴✴✴
De regreso, pasamos dónde Gabs, pues hacía casi una semana que estaba en el hospital. Cuando llegamos, no nos pareció necesario poseer a alguien, pero había un guardia, así que tuvimos qué.
-Hola, vengo a ver a mi abuela...
—Hay un guardia, dale la tarjeta y te dará el paso.
Cuando subí con Gabs, el guardia me detuvo, así que le mostré la tarjeta y le sonreí: no le haría daño a Gabs. Este volvió a la mirada dónde Gabs y abrió la puerta, no sin antes asegurar que Gabs estaría bien.
—Joputa...— me saludó con una sonrisa.
—¿Cómo estás, abuela?
—Como siempre, vieja.
Reí. Me le quedé mirando: su cabello estaba como el mismo platino. Cualquiera diría que ella no tendría que estar aquí, que estaba sana. Pero no era así, así que le Sonreí y ella me miró algo extraña. Le susurré al oído que sabia lo del cáncer, pero que no tenía porqué preocuparse, por ahora. Se puso completamente pálida y murmuró "lo siento". Casi me río en su cara, pero en vez de eso sólo le mandé un beso. Bajé las escaleras y dejé la tarjeta en la recepción, salí del cuerpo y jale a las rubias fuera.
✴✴✴
—¿Quieren...?— no terminé la pregunta, pues ellas dos se habían tirado contra mí —¡¿Qué mierda les pasa?! ¡Sueltenme!
—Dinos qué hablaste con Gabs.
—¡No hablé nada, puta! ¡Déjenme!
«Pobre... » «No puede con dos chicas...» «JAJAJAJAJA» «Es tan débil...»
—¡DÉJENME EN PAZ!— Les grité a las voces y empujé a ambas chicas fuera de mi vista. Estaba harto de tener que cargar con esas voces. Cada año tenía que soportarlas. Las odiaba. Miré a ambas rubias y sacudí mi cabeza, para después correr a mi habitación y tirarme en la cama.
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Suspence Espectre {Editando}
FantasiPortada: @JuanPal24 #CarrotsAwards Desde niño, a Patrick le encantan los trenes. Re normal. Todo niño tiene su "adicción". Pero creeme que él, es de todo, menos normal. ¿cliché? Pfff, no. Para nada. Las apariencias engañan, creo que lo sabes. ¡Vam...