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p r o l o g u e

Miré hacia los dos lados de la carretera. Nada, absolutamente nada. Suspiré con desgana, ¿por qué justamente ahora? Ahora que estaba tan cerca de encontrarla.

Volví junto al auto y abrí nuevamente el capo, el motor parecía estar bien, seguramente fue la batería.
- ¡Joder! - grité y comencé a golpear la batería de manera violenta, para luego pasar a patear el parachoques.
Abreviando la historia, termine tirado en el suelo, con mi pie dolorido en las manos, suspire con fuerza y me deje caer completamente a la tierra de la carretera. - Estaba tan cerca de ti, Lucy - musité.

Escuché como un auto se detenía frente al mío y alguien se bajaba de este, así que me levanté del suelo para ver quién era.
- Hola, ¡gracias a Dios que estás bien! Te he visto tirado en el suelo y he creído que tuviste un accidente. - Me dice una peli-blanca aun con cara de preocupación, yo le sonrío avergonzado, la chica es linda.
- Mi batería murió, y bueno me he quedado varado a mitad de la carretera. – Me excuso, mientras mi cara se colorea de rojo, ella ríe ligeramente.
- Mirajane Strauss, un gusto. - Dice extendiéndome la mano, yo sonrió y tomo su mano gustoso.
- Natsu Dragneel. - Respondo de manera amable. Ella me mira con algo de sorpresa, pero su cara se recompone de inmediato, aunque ahora me mira directamente a los ojos.

Estaba a punto de preguntarle cual era el problema, cuando ella comenzó a hablar.

- Sabes mi hermano es mecánico y puede ayudarte, pero sería mañana. Si quieres lo llamo para que venga a buscar el auto y, por ahora, te puedo aventar a la ciudad - dijo Mirajane amablemente, yo lo pensé un momento, porque su actitud de hace un momento me seguía haciendo algo de ruido, pero como no tenía otra opción, tuve que aceptar

- Claro, en este momento sería de gran ayuda, muchas gracias - Mirajane me sonrió y me invito a subir al auto.

El viaje hasta el momento había sido completamente normal, yo llevaba el parabrisas abajo para que me llegara un poco de aire, porque a pesar de que eran las ocho de la tarde aun hacía un calor de muerte. Este verano había estado marcado por las altas temperaturas. "Vaya temporada que elegiste para irte Lucy".

- ¿Y qué te trae de viaje a la ciudad de Magnolia, Natsu? - me preguntó de manera inocente Mirajane.
- Lucy - respondí suavemente, ella me miro con cara de duda, lo que era comprensible, debido a la naturaleza de mí respuesta. - Es una larga historia – acoté, a lo que ella sonrió.
- No te preocupes, tenemos tiempo - yo sonreí y comencé a relatarle la historia que me une a ti Lucy, comencé a relatarle nuestra historia.