Bella Swan la nueva Isabella Salvatore

CAPITULO 17 Pequeñas integrantes

Acaso las malas noticias jamás acabarían, primero la muerte de René, luego mi hermano Julian uno de los gemelo, luego Charlie y ahora Melisa y su marido. Según Pru nos había contado habían tenido un accidente automovilístico y muerto en el acto.

Partimos hacía New York lugar donde vivió mi ahora muerta hermana. El destino a veces podía ser tan cruel, ella llena de vida, tan joven y con una familia hermosa llena de amor y cariño justo lo que siempre quise para mis pequeños hermanos ahora ambos estaban muerto, Julian había muerte de cáncer un año atrás dejando a su única hija huérfana porque su madre se había largado con otro después de enterarse de la enfermedad de su marido, esa mujer no tenía corazón abandonando así a su pequeña bebita y destrozando de esa manera a mi hermano.

Esta vez solo veníamos Damon, Pru, James y yo, los demás se adelantaron a hacer la mudanza a petición de Pru, en vez de ir para Alaska como lo teníamos planeado ahora hiriamos a Alemania, no sabía porque el cambio pero no cuestionaba el criterio de Pru, había cosas que ella sabía que no quería revelar, ni siquiera Damon con su poder de entrar a la mente de los demás podía ver lo que ella.

--Dime de nuevo la razón por la que los acompaño yo y no Severian—dijo James, realmente era molesto cuando se lo proponía, en mi opinión debió de haberse ido con los demás.

--Ya te lo dije Severian tenía que registrar la zona en donde se encuentra su antigua propiedad, no hemos estado hay en siglos y quien sabe que o quien se pudo haber establecido ya—dijo Pru quien había prácticamente arrastrado a James a acompañarnos.

--Si eso pasará tu lo sabrías bola de cristal andante

Pru le fulmino con la mirada

--Mira luego me lo agradecerás

--Saben auque sea vampiro es difícil concentrarse con ustedes dos atrás—dijo Damon quien venía manejando el Jepp negro que conducíamos, yo venía de copiloto, casi no había dicho nada en todo el camino, aunque no hubiese estado tan apegada a Melisa siempre me aseguraba de que estuvieran bien sanas y salvas.

--No es momento de discutir están asustadas—dijo de repente Pru con una voz inusualmente fría juró que si Damon hubiese sido humano hubiese chocado con ese venado que se nos atravesó al escuchar su voz—Isabella de verdad lo siento—esto lo dijo con un acento cálido y sincero.

--¿Porqué tengo la sensación de que no nos estás diciendo algo e Prudence?—replico James

Me volteé para mirarla a los ojos y le dije:

--No estarás pensando en lo que creo.

--Si lo hago es lo mejor y eso haremos—me dijo con una sonrisa de oreja a oreja y con un brillo en sus ojos por la emoción

--Es demasiado peligroso

--No veo riesgo

--Oigan ustedes dos yo ya me perdí ¿no es cierto Damon?—alego James

--Implica riesgos y es una completa locura—dijo este.

--Genial, exclúyanme enserio yo no tengo sentimientos—dijo James con sarcasmo.

Pru se refería a mis pequeñas sobrinas, eran 3 niñas adorables una hija de Julian y dos de Melisa, lo que ella proponía era demasiado arriesgado.

--Lo que Pru dice es que llevemos a vivir a mis sobrinas con nosotros por eso el cambio de residencia así de inesperado—dije

--Bien eso jamás lo espere, en donde tienes la cabeza Prudence Salvatore, es que acaso te has vuelto loca, o espera ya lo estás como se te ocurre pensar en dejar a un par de niñas en una casa repleta de vampiros—dijo James en un tono tosco, toda su hacienda había sido destruida por un neofito, decenas de vidas pérdidas esa noche incluyendo la suya.