Cap. 19: ¿Porque defiendes a esta?

262 27 0
                                    


~Linda en multimedia~

Me levanté porque se oía ruido desde la habitación de enfrente. La de Lindy.

No me molesté por el ruido porque estaba demasiado bien entre las suaves sabanas de mi cama.

Pero luego recordé. Hoy era Lunes asique tenía que ir a Lookbridge. Mierda.

Me levanto rápidamente y voy a mi baño. Me lavo la cara con el fin de despertarme un poco y lo consigo. Pero mis ojeras no se van de mi cara. Me maquillo para quitar las ojeras y aplico un poco de gloss en mis labios.

Salgo del baño y abro las puertas de mi closet. Me quedo mirando la ropa pero nada me convence asique decido ponerme algo distinto.

Cojo una falda negra y una blusa amarilla junto a unas flats. Me recojo el cabello en una coleta alta y salgo de mi habitación satisfecha.

- ¿Porque tanto alboroto? - Digo al entrar en la habitación de mi hermana. Tenía mucha ropa encima de su cama y ella estaba tirada encima de esta.

- No se que ponerme. - Responde cansada.

- Déjame ver. - Le digo frustrada por que no sepa coger algo sencillo como unos jeans y una camiseta.

Escojo para ella una camiseta azul cielo junto a unos jeans rotos negros y unoa tacones del mismo color de los pantalones no muy altos.

- Como tu estilo. - Le digo sonriente tendiendole la ropa.

- Gracias. - Responde también dulcemente.

Salgo de su habitación y voy a la cocina donde Tom saca una manzana y mi madre cocina algo.

- Buenos días. - Saludo sentándome en la mesa.

- Hola cariño, os he hecho huevos revueltos. - Dice mi mamá.

- Está delicioso. - Dijo Tom que ya eataba comiendo lo que mi made había preparado.

Mi madre sirvió un plato de la humeante comida y me la sirvió sonriente.

- Gracias, mamá. - Agradecí.

- Hola. - Dijo una radiante Linda bajando por las escaleras.

- Te ves hermosa. - La alagó mi mamá. Asentí de acuerdo con ella y Tom parecía también estarlo, ya que sonreía orgulloso.

- Gracias, mamá. - Dijo Lindy. Mi made le sirvió de lo mismo que yo comía y empezó a devorarlo. Cuando terminamos, recogimos nuestros platos y los pusimos en el fregadero.

Nos despedimos de nuestros padres y salimos en el coche de Lindy.

- ¿Estas nerviosa, Lindy? - Cuestioné a mi hermana.

- Si. Aunque he hecho las paces con Sofia, nose como se lo tomarán los demás. Ya sabes tus amigos. - Dijo nerviosa. Se notaba que lo estaba.

- Tranquila. Si yo me sentaba con ellos, era porque River me invitó. Y ahora que paso eso, no tengo que sentarme ahí. - Expliqué.

- Bueno, nos tenemos la una a la otra. - Dijo divertida. Reí.

- Eso es verdad. - Afirmé.

Llegamos al instituto y salimos del auto de Lindy.

- Me da vergüenza que todos me miren. Y sobre todo que todos sepan que me han puesto los cuernos. - Dije.

- Acostumbrate. Técnicamente no te han puesto los cuernos. Solo se besó contigo y luego besó a esa tal Lea. - Dijo poniendo el seguro al auto.

- Vaya, que animos. - Dije sarcastica. Ella se disculpó y entramos al instituto.

Como era de esperar, todos nos miraban muy impresionados. Primero miraban el cambio de Lindy, y luego me miraban a mi.

- ¿Que tal la cornuda? - Dijo Lea apareciendose en nuestro camino con una sonrisa malvada.

- Bien. ¿Qué tal la zorrita? - Dije de la misma manera. Su cara adoptó una expresión de asombro y luego de enfado.

- No te enojes, zorra, luego te dalen arrugas. - Dijo Lindy a mi lado a Lea. Podría haber cambiado, pero lo de perra mala no se le iba.

- ¿Tu eres Linda? - Dijo Lea con repulsión.

- Si, ¿Algún problema? - Dijo la nominada.

- Para mi no, para ti si. Despidete de tu trono, puta. - Dijo Lea.

- ¿Quiere algo más la princesita? - Dijo con sarcasmo Lindy.

- ¿Porqué defiendes a esta? - Dijo Lea señalandome.

- "Esta" tiene nombre. - Dije enfadada haciendo comillas en la primera palabra.

- ¿Acaso no puedo defender a mi hermana? - Dijo Lindy.

- ¿Hermanas? - Dijo alguien por el fondo. No me había dado cuenta que todos estaban atentos a nuestra pelea.

- Hermanas. - Afirmé mientras miraba a Lindy. Sonrió y le devolví la sonrisa.

- Chao, puta. - Dijo Lindy sonriente mientras nos dabamos la vuelta para ir al aula. Mientras nos ibamos, entre la masa de gente, pude ver la asquerosa cara de River que me miraba con asombro.

Le dediqué una sonrisa malvada el se sorprendió por mi reacción. Si algo sabía, era que no debes mostrar tus debilidades al enemigo, por que tarde o temprano las podría usar en tu contra.

Y River era el enemigo ¿No?

Instituto LookbridgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora