¿Dentro de Chicos Ante Flores?

Capítulo Uno

Era una noche normal y tranquila como siempre. Estaba sentada en el sofá viendo mi dorama favorito Boys Over Flowers y a pesar de haberlo visto más de ocho veces, no me cansaba de ello... Aún reía, lloraba y me enojaba como si fuera la primera vez que lo veía.

Mis dos hermanos estaban más que fastidiados de él y no los culpo, llegando a casa después del colegio no puedo evitar verlo. Ya se me hizo costumbre el prender el DVD y tomar el disco. Digamos que es... como mi ritual. <Imagínate si hicieras uno satánico...> ¡Oh, vamos! ¿Qué no puedes guardar silencio?

Como decía... estaba viendo el dorama y como siempre, hablándole a la pantalla.

—¡JAN DI, NO CONFÍES EN ELLA! —grité con rabia, olvidando por completo que los dos monstruos estaban dormidos— ¡TE TRAICIONARÁ Y...!

No pude terminar de hablar, ya que mi madre por fin había llegado a casa después de un largo y cansado día. Antes de hablar con ella, pausé el capítulo, no quería perderme detalle alguno y bueno, sé que le pondría más atención a la TV que a mi propia madre.

—Hola, mamá, ¿cómo estás? —me paré con dificultad, había olvidado por completo que tenía mis piernas cruzadas... estar sentada en esa posición por más de tres horas no fue una buena idea, no sé cómo no sentí mis piernas hormigueadas. <Tal vez porque estás tan obsesionada con esto que no lo sentiste. No sé cómo no te quedaste sin piernas>— ¡Ay! —me quejé— Duele... —miré a mi madre, la cual estaba intentando contener la risa al verme caminar como abuelita— ¡Despierten! —me recagué en la columna y comencé a quejarme por el hormigueo— Mejor volveré a sentarme, esto me está matando... —bromee y arrastré mis pies hasta el sofá.

—Hola, princesa —sonrió—. Estoy muy bien, pequeña. Aunque  veo que tú no estás tan bien... —bromeó, cerró la puerta, dio unos pasos y se sentó a mi lado— ¿Qué ves? —miró un momento la TV, después me dio un beso en la frente y me abrazó— ¿Cómo te fue en el colegio? —rompió el abrazo y me miró— ¿ya hiciste tu tarea? —enarcó una ceja y cruzó sus brazos

—Lo de siempre —ladée un poco la cabeza y sonreí—. Me fue... bien —elevé un poco mis hombros restándole importancia al colegio—. ¿Tarea? ¿Qué es eso? —reí.

—______... —frunció un poco el ceño y después negó con la cabeza desaprobando por completo mi actitud.

—Hoy no hubo tarea... —jugué con mis dedos y comencé a mirar a todos lados menos a ella— ¡Y hoy es Viernes!

—¿Qué voy a hacer contigo? —suspiró agotada.

—¡AMARME MUCHO! —sonreí y la abracé— Te extrañé mucho el día hoy —continué unos segundos más con el abrazo y después me separé—. Bueno, siempre te extraño... y los niños igual. Aunque no parezca.

—Y yo a ustedes... —sonrió de lado—, pero sabes mejor que nadie que tengo que trabajar, mi niña.

—Todo sería más fácil si papá estuviera aquí... lo extraño mucho.

—Todos, princesa —puso su mano en mi mejilla y la acarició— fue un gran esposo y un padre excelente.

—Sí que lo fue —sonreí desganada.

—Sonríe, ambas sabemos que él odiaría vernos así —acarició mi cabello y sonrió, haciendo que le sonriera de vuelta— mejor... —pensó muy bien sus palabras y dudó un poco en hablar— veamos a tus chinos esos que te tienen loca.

—¡SÍ! —grité con emoción y aplaudí al escuchar sus palabras— ¡Hay que ver Boys Over Flowers! Jamás creí que dirías eso —sonreí aún más—. Sabes que me encanta ver a mis F4 —miré la pantalla y suspiré.

—¿F4? —se puso una mano en la barbilla para tratar de recordar algo— ¡Ah!, hablas de esos chicos apuestos de tu novela —sonrió—, ¿cómo es que se llamaba el que tiene cabello tipo "Poodle"?
Empieza con "Gu", ¿no es así? —se quedó pensando un momento— ¿Guayaba? No, no, no... ¿Guyunpaio? Sí, así se llama —traté de contener la risa, pero me fue imposible, reí tanto que me dio un ligero dolor de estómago, ya no aguantaba más y lágrimas empezaban a salir—. Oye, tranquila, es un nombre difícil —hizo una mueca—. Pero sé que lleva el "Gu" al principio.

—Rindete, mamá —dije aún en carcajadas—. Es "Gu Jun Pyo".

—Estuve cerca, ¿no? —sonrió— Además, te reíste un rato. Ya te hacía falta, bueno, nos hacía falta —habló remarcando la "s".

—Tienes razón, má —tomé el control y me recargué en su hombro.

Estuvimos mirando el dorama por un largo rato, ambas estábamos muriendo de rabia al ver lo que le pasaba a la protagonista.
En una escena, no pude evitar suspirar al ver a Jun Pyo cargar a Jan Di... la cual, estaba tirada en el piso.

—Tienes que conseguirte un novio, _____ —habló de repente, esto causó que abriera mis ojos como platos al escuchar sus palabras, me removí un poco y la miré confundida, ¿Qué tipo de madre es? Jamás había escuchado que una mamá le dijera algo así a su hija y mucho menos que quiera que llegue un chico y le rompa el corazón a su "pequeña" ¿O me equivoco?
Aún con sus palabras retumbando en mi cabeza por unos segundos (los más largos de mi vida), hablé
—Má... no quiero un novio. Bueno, no ahora...,lo de Blake ha sido muy reciente y yo...

—"Y yo estoy esperando a que alguno de los F4 venga por mí" —me respondió haciendo un gran intento por imitar mi voz.

—¡Yo no hablo así! —dije con voz chillona y con un poco de risa.

—Claro que sí, sólo que no te escuchas —enarcó ambas cejas haciendo entender que; como siempre... tiene toda la razón.

—Ja... ja... ja..., qué graciosa me saliste —contesté muy sarcástica y con mis manos en la cintura—. Mejor sigamos viendo el dorama, ¡Todo iba tan bien...! hasta que saliste con "un novio" —hice las comillas en el aire al decir las últimas dos palabras.

—Está bien, está bien —elevó ambas manos dando a entender que dejaría ese tema a un lado—. Pero sabes que me encantaría que tengas un novio, eres bonita —olviden lo que dije hace unos segundos...

—Lo dices porque eres mi madre —sonreí de lado y suspiré, ella no dejaría esta charla—. Y... no me interesa nadie... sabes que mis expectativas son demasiado altas, no hay nadie que las llene. Salvo Blake... y... —miré hacia la pantalla como una idiota enamorada; dando a entender, que esos cuatro chicos de ahí... eran los únicos culpables de ser tan exigente.

—Y así, nunca tendré nietos... —bromeó.

—Mamá, tengo 16 años, no exageres —rodé los ojos y suspiré un tanto fastidiada. Hablo en serio, ¿qué tipo de madre es?—. Hay que continuar viendo el dorama, sé que te emocionas tanto como yo, o hasta más. Y también para que aprecies a los chicos que jamás tendrás como yernos —bromeé.

Editado: Sábado 5 de Mayo de 2018.