Especial ciento siete seguidores ❤️ (dos/??)

3.1K 300 52
                                    

Capítulo Treinta y seis.

-Oye, amo mi muñeca; así que te agradecería mucho si dejaras de apretarla -silencio- ¡Hey, toc, toc! -nada- ¡SONG WOO BIN, SUÉLTAME AHORA MISMO! -ordené, pero, me ignoró por completo; ¡es más, se aferró aún más a mi muñeca! -¡ME ESTÁS LASTIMANDO, ANIMAL! -grité, quedándome ronca.

¿Y él qué hizo?
Así es, ¡I G N O R A R M E!
¡Este imbécil lo único que se está ganando es una fuerte cachetada!

Después de unos largos y mugrosos minutos, en los cuales no hacía otra cosa que quejarme y morder su mano, llegamos al jardín (el cual estaba bastante alejado de los estudiantes), paró y por fin se dignó a mirarme, no sin antes mencionar que estaba más que molesto; ¿será porque le mordí la mano? Bueno, si es así, él se lo buscó.

Suspiró- ______, y... -furiosa, estampé mi mano sobre su rostro. La cachetada fue tan fuerte, que unos pájaros salieron volando de entre los árboles, por otra parte, mi mano se adormeció y su mejilla estaba más que roja e hinchada.

-Cuando te diga que me sueltes, ¡ME SUELTAS A LA DE YA! -sí, estaba por iniciar la tercera guerra mundial, no, corrección, estoy por iniciar la tercera guerra mundial.
Así que, con la vista y mente nublada (por el enojo, cabe aclarar) estuve a punto de darle una segunda cachetada, pero, la detuvo tomando mi brazo con agilidad, me atrajo hacia él y me miró por unos segundos...
Mi corazón estaba más que acelerado, sentía mis mejillas arder y mi labio inferior comenzó a temblar; sí, estaba nerviosa y vulnerable, intentaba alejarme de él, pero se negaba a soltarme...

De un momento a otro...
Me besó.
Por la sorpresa, aún tenía mis ojos abiertos y mis labios no se movían...
Me tranquilicé y poco a poco bajé mi mano, cerré los ojos y me dejé llevar.
El beso... ¡wow!
Lento...
Dulce...
¡NO TENGO PALABRAS!
Sólo quiero decir... que me sentía entre las nubes, es algo fascinante...

Nos separamos por falta de aire.
Giré mi cara... me sentía apenada, Woo Bin tomó mi mentón e hizo que lo mirara, pero, no podía; evitaba sus ojos a toda costa.

-_______, mírame, por favor -suplicó con dulzura. Negué con la cabeza varias veces-. Vamos, _______...

Mordí mi labio inferior... ¿esto en serio está pasando?

«Por favor... -suplicó nuevamente.»

Tenía dos opciones...
Huir como una cobarde...
Ó...
Afrontar el momento...

Así que lo miré...
Cerró los ojos con alivio por unos segundos y exhaló, al parecer estaba conteniendo la respiración.

«_______... -tragó en seco- esto... fue un error.»

Y ahora, en vez de sentirme en las nubes, siento como si hubiese saltado de un avión sin paracaídas...

¿Un error?, ¿¡UN ERROR!?, ¿a caso cree que puede jugar así con mis sentimientos?, ¡OH NO, CLARO QUE NO!, ¡NO SABE CON QUIÉN SE HA METIDO!

Una asquerosa lágrima comenzó a salir, la limpié con rapidez; no es momento de demostrar debilidad, sólo coraje...
Un nudo en la garganta se formaba, así que tendría que actuar rápido...

-¡ERES UN IMBÉCIL! -puse mis manos en su pecho y comencé a empujarlo-¿¡UN ERROR!?, ¡MI ERROR MÁS GRANDE FUE HABERME DEJADO LLEVAR Y NO MATARTE A GOLPES! -lo empujé por última vez, lo miré con sumo odio, asco y algo de decepción... tomé el valor suficiente y lo patee en la espinilla.
Me giré, limpié mis lágrimas y salí corriendo, no sin antes gritarle una vez más- ¡JAMÁS DEJARÁS DE SER UN ESTÚPIDO CAZANOBA QUE LO ÚNICO QUE SABE HACER, ES JUGAR CON LOS SENTIMIENTOS DE LAS CHICAS! -tomé aire y continúe- ¡IMBÉCIL POCO HOMBRE! -y seguí con mi camino.

¿Dentro de Chicos Ante Flores?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora