¿Dentro de Chicos Ante Flores?

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Capítulo Cuarenta

-Hormiga -se agachó un poco.

-Poste -lo miré y le mostré mi lengua.

-¿Qué te pasó? -miró mi frente preocupado y la acarició.

-¡Me duele, no toques! -quité su mano de un manotazo- No sé quién me golpeó, ni con qué -una horrible punzada llegó a mi cabeza, llevé mis manos a ella y me agaché.

-¿¡QUÉ TE PASA!? -preguntó alarmado.

-¡ME DUELE, IDIOTA! -grité mientras me quejaba. El dolor bajó poco a poco- ¡Auch...! -se detuvo.

-¿Estás bien? -me tomó de los hombros y me miró con detenimiento. Asentí- Vamos, te llevaré a casa, en el camino te cuento lo que pasó. Asentí nuevamente.
Tan solo di dos pasos y me detuve- ¿Ahora qué?

-Mis cosas... -entré al cuarto en el que fui encerrada y busqué con la mirada. Solté el aire contenido cuando las vi- Qué estúpidos son. Bueno, les agradezco por no haberme sacado nada.

Salí con la mochila en la espalada y caminé hasta Jun Pyo.

-Tsk, serás tonta -lo miré sin entender-; las hubieras dejado ahí, te pude haber comprado cosas nuevas.

-Aquí, Jun Pyo -señalé mi mochila- tengo cosas que no se pueden reemplazar.

-¿Como qué? -comenzamos a caminar.

-Tengo libretas antiguas que no me acabé y en ellas hay muchos recuerdos, tal vez tú los veas como simples garabatos, pero, son bellos recuerdos que tuve con Blake y...

-¿Blake?, ¿¡QUIÉN ES BLAKE!? -lo miré de reojo, apretaba la mandíbula y los puños.

-Mi mejor amigo -se relajó- y mi ex novio -se tensó nuevamente.

-¿¡TU QUÉ!? -me tomó del suéter, levantándome unos centímetros.

-Mi E X N O V I O -resalté-, ¿estás sordo o qué? -miré mis pies en el aire- ¡BÁJAME, ASQUEROSO NIDO DE PÁJAROS! -me sacudí.

-¿¡CÓMO QUE EX NOVIO!? -me acercó mucho más. Sentía su respiración agitada pegarme en la cara.

-Un ex novio es aquel que dejó de serlo, por eso se le dice EX novio, ¿está bien esa explicación o te explico con peras y manzanas? -rodé los ojos y crucé mis brazos-, ¿qué es lo que tu estúpido cerebro no entiende? -bufé- Ahora, ¡bájame!

-¡Aish! -hizo lo que le ordené, no sin antes matarme, descuartizarme y aventarme por un puente varias veces con su mirada- ¿Desde cuándo conoces a ese tal Blake? -dijo su nombre con asco.

-¡Hey, ten más respeto! -lo golpee en el brazo- Lo conozco desde la secundaria.

-Pero, ahorita estás en la secundaria -retomamos nuestro camino.

-En México, la secundaria se empieza a los once o doce años y dura tres años.

-¡Aaah! -sonrió.

-Te contaré -suspiré sonriente, amo y adoro contar mi historia con Blake.

«Fuera de casa...»