Capítulo Doce

7.1K 484 20
                                    

Empecé a caminar por los elegantes pasillos del instituto, estaba algo pensativa, sigo sin poder creer que ya confronté a "Jun Pyo" dos veces el día de hoy, se supone que esa debería ser Jan Di. Pero en fin, ¿Qué se le puede hacer? Cuando te toca, te toca, ¿No es así?
Aún concentrada en mis pensamientos, escuché a lo lejos unos pasos, los cuales se aproximaban hacia mí.

-¡Fiedler!-Gritó.- ¡________!-Era la voz de Jan Di.

Paré en seco, al recordar que había dejado sola a Jan Di.

-¡Demonios!-Di media vuelta y comencé a caminar en dirección a ella.

-Caminas muy rápido, _____.-Dijo Jan Di algo cansada.

-¡Lo siento mucho, Jan Di! ¡olvidé por completo que estabas conmigo!

<¡Me sentí tan apenada, juro por mi vida que lo olvidé!>

-No te preocupes, suele pasar.-Sonrió.-Además, yo habría tenido esa misma reacción después de haber peleado con las tres chifladas y con el mastodonte.-Las dos reímos ante el comentario.

-De todos modos, es de mala educación... ¡Déjame compensártelo!-Sonreí.

-¡Claro que no!, ¿Cómo se te ocurre?-Bufó.-Ni que fuera para tanto, _____.

-¿No fue para tanto?, ¡Te dejé abandonada! Yo me molestaría si me hacen eso, así que te lo voy a compensar, quieras o no. Y solamente será que te invitaré a comer a mi casa, ya que, por obvias razones, las dos no disfrutamos nuestra comida. Y no voy a aceptar un no por respuesta.

<Vaya, hasta yo me sorprendí, jamás había hablado con un tono de decisión tan grande. ¡Esto me encanta!>

-Entonces, ¿Qué dices, Jan Di?-Sonreí.

-Está bien, ____. Tú ganas.-Dijo Jan Di riendo un poco.-Solo que hay un pequeño problema....

-¿Cuál es?-Le dije algo curiosa.

-Tengo que avisar a mis padres.-Estaba algo apenada.

-¡No le veo el problema, Jan Di!-Después de decir esto, a mi mente vino el vívido recuerdo de que su familia es algo... ammm... ¿Cómo decirlo....? Algo... especial... y no me refiero a que estén o tengan algo mal..... ¿O tal vez sí?

-Tú no los conoces... Suelen ser algo... exagerados...-Trató de explicarme, pero ni ella misma hallaba la forma de poder decirme...-Y también groseros...

-¡No hay problema! Tú aún no conoces a los dos demonios que hay en mi casa.-Dije tratando de compensar esa "rareza" en su familia.

-De... de... ¡Demonios!-Al parecer se espantó, su rostro empalideció muy rápido.

-No es lo que tú crees, Unnie.-Reí.-A mis dos hermanos, para mí son dos demonios insoportables.-Tomé mi cabello con las manos e hice una cara de estrés al recordarlos.

-¡¡Ah, ya comprendo!!-Puso su mano en la frente y exhaló. Parece que había aguantado la respiración por unos largos segundos.

-Anda, ¿Te animas? Y, yo podría decirles. Sería un honor conocerlos.-Sonreí.-Por mí no hay problema.

-No lo sé.....-Dudó

-¡Anímate!-La tomé del brazo con ambas manos y empecé a balancearla.

-Bueno, pero espero que no salgas corriendo.... Suelen hacer muchas preguntas.-Rió.

¿Dentro de Chicos Ante Flores?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora