Toda persona en el mundo tiene un deseo.
Ya sea convertirse en un millonario.
En el mejor atleta de toda la existencia.
Tener uno de los mejores autos del mundo.
Salir con un famoso.
Etcétera, etcétera, etcétera...
¿Y saben cuál es el mío?
¡Ex...
Al llegar al gimnasio, buscamos entre los casilleros que se encontraban ahí, no entiendo por qué, pero estaban abiertos, nos turnamos para poder ducharnos, así que Jan Di entró primero, mientras yo cuidaba la entrada para que nadie pudiese hacerle algo.
Pasó un pequeño lapso de 15 minutos y después entré.
-Estúpido olor a huevo.-Hablé mientras tallaba mi cabeza con Shampoo.-¿¡Todo está bien por ahí, Unnie!?-Grité.
-¡Sí!-Respondió.
Después de pasar por todo el proceso de secado y vestirme, salí.
-Tenemos que llevar esto a la Tintorería. Apesta demasiado.-Tomé mi uniforme algo triste, era nuevo y ya lo habían destrozado... Ji hoo se enojará...
-Pienso lo mismo.-Me imitó.
-¿Los llevamos con tus padres?-Hablé aún viendo el uniforme.
-¡No, no!-De la impresión, tiró el uniforme.-¡Mis padres me matarían!
-Tranquila, puedo decir que son míos.-Reí.-No creo que se den cuenta.
-¿¡Estás loca!?-Gritó.-¡Claro que se darán cuenta!, ¡Me verán con esto!-Señaló el uniforme deportivo.
-Yo entraré sola, Unnie. Tú esperas afuera en un escondite mientras yo los llevo.
-¿Segura?-Dijo aún no muy convencida.-No lo sé...
-¡Anda! ¡Es un plan perfecto!-Brinqué.-No le veo falla alguna, solamente retira algo que nos eche de cabeza ¡Y listo!-Tiré mi uniforme e hice las famosas "Manos mágicas"
Jan Di sonrió y le dio seguimiento a mi plan. Al salir del querido Instituto, mientras caminábamos hacia la salida, a unos diez pasos se encontraba Woo Bin.
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-Unnie, vámonos por otro lado.-Le dije mientras le daba un ligero golpe en las costillas para que me entendiera. Pero parece ser que no le llegó el mensaje.
-¿Por qué?-Me miró y siguió caminando.
-Ya nada, ya estamos por llegar.-Dije disgustada.
Woo Bin se acercó a mí, me tomó de mis dos brazos y me sacudió.
-¿Estás bien?-Me miró preocupado.
-¿Qué fue lo que apostaste con Yi Jeong?-Ignoré por completo su pregunta.-¿Cuánto es lo que nos das?-Lo miré con furia.-¿Días? ¿O lo vas a negar?-Estaba que sacaba humo por la nariz...
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