Especial ciento siete seguidores ❤️ (cinco/??)

3.2K 321 54
                                    

Antes de empezar con el capítulo.
Quiero preguntarles algo; ¿les gustaría un especial del especial? 😂
Con esto, me refiero a una entrevista para el elenco.
¡Podrían hacer cualquier tipo de pregunta!, yo me encargaré personalmente en que las contesten. 😂
Si es así, ¡comiencen con sus preguntas! No importa cuántas sean, éstas aparecerán. 😉
Empecemos

Capítulo Treinta y nueve

Poco a poco me alejé del lugar.
En el camino, revisaba mis manos; estaban llenas de su sangre y también había un poco de la mía.

-Creo que me he abierto los nudillos -dije sin importancia.

-¡__________! -Agh ¿y ahora qué quiere?
Me hice la sorda y seguí con mi caminata- ¡¡¡________!!!

Apreté mis puños y cerré los ojos enojada. Cálmate, _____, si lo ignoras, tal vez se vaya.

«¡________ FIEDLER FRIEDMAN! -me detuve, llegó hasta mí, su respiración estaba entrecortada; llevó sus manos a las rodillas y miró al suelo- Te... te... te he estado... hablando... -pausó-, caminas m... muy... rápido»

-Lo siento -dije indiferente- no te escuché -no dijo nada-. Bueno, me voy.

-Alto -tomó mi mano.

Gruñí- ¿Qué se te ofrece, Yi Jeong?

-_____...

-Sí, así me llamo -dije fastidiada.

-Tu... tu... tu mano está... -se incorporó, elevó mi mano hasta su cara y la miró con detenimiento.

-No es mía, bueno, sólo un poco -Yi Jeong la apretó un poco; me quejé.

-¿Te duele mucho? -lo miré obvia- Lo siento -rodé los ojos.

-Tengo que irme -quité mi mano con brusquedad, di tan solo dos pasos y volvió a agarrarme- ¿¡Qué!?

-¿Te hizo algo? -apretó la mandíbula.

-¿Qué no lo viste casi inconsciente? -alcé las cejas- fue alguien muy fácil de engañar.

-¿Ya sospechabas de ella?, ¿desde cuándo?

-Te cuento luego, en serio tengo que irme.

-Yo te llevo -se ofreció.

-¿Y tu sombra? -me miró confundido. Suspiré- Me refiero a Song Woo Bin.

-Se quedó "hablando" -hizo las comillas en el aire- otro poco con el chico que casi matas.

-Puedo ir sola...

-Insisto, ______, ya es tarde -aún tomaba mi mano, no sé si estaba consciente de que la acariciaba con su dedo pulgar; y yo no entiendo el por qué mi piel se erizó ante su cálido tacto.

-Y... yo... -me miró con ternura. Mordí mi mejilla, ¡Dios santo!, ¿¡qué rayos me pasa!?- está bien... -forcé una sonrisa.

-¡Genial, vamos! -apretó nuevamente mi mano.

-¡NO TAN FUERTE QUE ME LASTIMAS! -chillé. Él se sobresaltó.

-¡Lo siento! -hizo una cara de horror.

-Idiota -lo fulminé con la mirada. Me solté nuevamente de su agarre y lo tomé del brazo-. Así está mejor, ahora, ¡camina!

«De camino a casa.»

¿Dentro de Chicos Ante Flores?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora