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-¡Ring!

¡Él saltó de la cama todavía dormido, tropezó con las sábanas y cayó al suelo. El timbre volvió a sonar.

"¿Sería la limpiadora?¿No tenía hoy descanso?"

De todas formas se levantó del suelo y bajó las escaleras a prisa. A María no le gustaba esperar, y aunque le habían dicho donde estaban las llaves de repuesto, a ella tampoco le gustaba que él durmiera hasta tarde. Cuando tardaba en abrirla por estar dormido, siempre decía en español:

"¡Mijo, no haga tanto el vago y aproveche un poco más el tiempo."

Abrió la puerta, allí no estaba María. De pie delante suya había una jovencita, y no cualquiera.

La de la noche anterior.

Su cara había cambiado de sorpresa a una mueca divertida:

"Esto va a ser entretenido". Pensó.

Alas NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora