No porque tengamos diferencia quiere decir que pelearemos...
¿Por qué el dolor no llegaba? Posiblemente había sido tan rápido que ni siquiera lo había notado, pero en ese caso ¿Por qué no se había escuchado el sonido del disparo? Sin poder evitarlo abrazo más el cuerpo de Brass, el cual seguía sin moverse. Había respiración, pero no se movía ni emitía sonido, la preocupación porque algo malo le pasara la hizo derramar lagrimas y armarse de valor.
Abrió los ojos.
La hembra tenía los ojos fijos en punto sobre de su cabeza, las manos le temblaban y el arma ya hacía en el suelo, como puco Nuria hecho la cabeza para atrás y la respiración se le corto al ver a su padre, pero eso no fue lo que la hizo flaquear si no aquellas manchas de leopardo que adornaban su piel, los ojos también estaban de un color claro y brillante, era como la esmeralda recién pulida. Los caninos más largo de lo normal... su padre daba miedo.
- Aléjate de mi hija y yerno en este momento, perra. –la voz de Nathaniel sonó ronca, profunda y vaya que no sonaba nada como el dulce papá que ella conocía.
- Tu... tu. –tartamudeo la chica dando un paso atrás, Nathaniel lo comenzó.
- Querían pelea, ¿cierto? Intentaron dañar a mi familia, mi hogar. Te pienso matar y enviarle un dedo a tu maldito jefe y con una nota le diré que se lo meta por...
- ¡Nathaniel! –la voz de Gael rasgo el aire, antes de aparecer a lado de su compañero. –Lleva a Nuria y Brass dentro, yo me encargo.
- No, pienso matar a esta perra con mis propias manos y después me las pienso lavar, ¿Qué tal si tiene sarna o algo?
- No estoy enferma. –susurro la hembra, con la mirada baja. –No puedo enfermarme.
- ¿Por qué no? –Gael se colocó alado de ella en canclillas y tomo a Brass en brazos, vaya que era fuerte el zorro. –Todos se enferman.
- Nosotros no. –la hembra, se paso las manos por las muñecas. –Eso debe saberlo él. –apunto a Nathaniel, este hizo una mueca y se cruzo de brazos.
- Pues fíjate que no, no se de lo que me hablas.
- Pero eres como yo...
- Somos muy diferentes.
- No, no lo somos. Eres como yo, ve. –apunto sus finas líneas negras de la cara, Nuria frunció el ceño al ver cómo estás iban desapareciendo. –tú también las tienes, aunque las tuyas son como las de Lua, porque Shark y Kuzimu no tienen esto, pero ellos dan miedo porque mataron a los de nosotros cuando se dejaron llevar, pero yo no hago eso. –negó con la cabeza, Nuria se levanto a como pudo y su padre rápidamente la coloca tras de él, la hembra parecía asustada. Como si el mundo de repente fuera a abrirse bajo sus pies para comérsela. –Yo no mato a los que son como nosotros, no mato a la familia porque eso está mal. Señor dijo que solo quedábamos nosotros, que los demás habían muerto, no sé qué hacer. –admitía abrazándose a sí misma y dejándose caer de rodillas. –No quiero que me mate, pero no matare a alguien como yo. Eso está mal.
Nathaniel se alejó de ellos, caminando hacia la hembra que ahora era un mar de lágrimas. La escena ante Nuria era extraña, hace unos minutos los había apuntado con un arma, ahora parecía una cría recién nacida, sin saber qué hacer con lo que ahora tenía frente de ella. Perdida en mentiras y emociones, en un mundo en el que vivió por mucho tiempo.
Su padre se coloco frente de ella, le acaricio el cabello y la ayudo a levantarse, para después abrazarla. Nuria escucho a Gael reír bajo, lo volteo a ver y éste le sonrió, para después volver la mirada a su compañero que seguía consolando a la hembra que aun seguía llorando.
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Brass (Nuevas Especies 9)
Fiksi PenggemarEl cerebro tiene sus prioridades... el corazón también. Brass es un canino el cual entrego su corazón a quien ya había entregado el suyo, Trisha. No negara que eso le ha afectado, pero si creía que ya nada lo afectaría como esa Doctora deberá pensar...