I a n
Una noche antes de que llegara Noah no pude dormir, los nervios fueron los culpables de mi insomnio. Sentía una maraña de emociones recorrer mi cuerpo y empeoraban cada vez más.
Intenté poner muchas excusas para no ir con mis padres a recogerlo al aeropuerto, pero al final me llevaron con ellos a la fuerza. No dejaba de mover inquieto mi pierna una vez que estuvimos en el aeropuerto, miraba de un lado a otro esperando no encontrarme con él, ni siquiera sabía si seguía luciendo igual a como lo recordaba.
-¡Noah, aquí!
Abrí mis ojos de golpeé, mi corazón se aceleró. Mis padres lo llamaban entusiasmados entre la multitud, me coloqué a un lado de ellos buscándolo con la mirada cuando lo encontré fue difícil apartar la mirada de él. Seguía teniendo una presencia intimidante que era imposible de ignorar sobre todo cuando sonreía de esa manera hacia nosotros.
-Familia, estoy de vuelta -anuncio de buen humor extendiendo sus brazos hacia mis padres, quienes gustosos lo abrazaron-. Ian, ven aquí.
Conmocionado por su presencia sólo pude quedarme enfrente él, estaba más alto y fornido. Me saco de mis pensamientos cuando revolvió mi cabello cariñosamente para después envolverme entre sus brazos, esto seguía siendo nuevo para mí.
-Te extrañe mucho -se apartó, soltando una pequeña risa al verme.
Lo mire confundido bajando mi mirada dándome cuenta que estaba de puntitas. Sonrojado, recuperé mi posición normal.
-Es genial que hayas venido de vacaciones -murmure.
Rasque mi nuca mientras sonreía.
-A mí también me gusta estar aquí.
Sonaba animado, parecía realmente feliz de haber vuelto. Me sentí cálido de solo verlo, sobre todo porque se veía muy guapo cuando sonreía de esa manera. Notaba que seguía siendo él mismo, esa expresión desvergonzada seguía en su rostro y combinado con su apariencia le daban una presencia imponente.
Después de haberlo recogido del aeropuerto fuimos a comer, mientras él se encargaba de ponernos al tanto de lo que había vivido estos últimos años. Actualmente, estaba terminando la preparatoria, e iba a estudiar la carrera de periodismo y, también mencionó que acababa de mudarse por primera vez. El departamento en el que vivía ahora era más acogedor y quedaba más cerca de la universidad que cuando vivía en casa de su padre. Jenna parecía preocupaba preguntándole si se había alimentado bien, si se aseaba todos los días y estaba durmiendo bien. Noah no parecía agobiado con sus preguntas y se concentraba en alejar esas preocupaciones de su madre, hasta parecía disfrutar la atención que le estaba dando. Debía de haberla extrañado mucho.
De camino a casa el trayecto fue silencioso, sólo disfrutamos de la música que había en la radio y de la vista nocturna de la playa. La playa de noche era muy hermosa rodeado de todas esas palmeras, blanca arena y el reflejo de las estrellas sobre el mar oscuro. Voltee a verlo desde el otro lado del asiento, se había quedado dormido y apenas podía ver su rostro en la oscuridad. Siempre hubo algo en la noche y en su oscuridad que me recordaban a él, tal vez era el negro de su cabello, o lo pálido de su piel o su fría personalidad, o solo todo él.
-¡En serio extrañaba estar aquí! -exclamó abriéndose paso con sus maletas- No ha cambiado nada desde que me fui.
Recorre con curiosidad la sala, sentándose en uno de los sillones. Imitó su acción, un poco apartado de donde está él.
-Debería irme a descansar, el vuelo fue agotador -dice bostezando y estirando su cuerpo, rasca su nuca y me mira-. ¿Me ayudas a llevar mis maletas al cuarto?
Quiero protestar, pero no espera ninguna respuesta de mí parte cuando se levanta y se despide de mis padres. Me levanto del sillón tomando una pequeña maleta siguiéndolo desde atrás hacia las escaleras. Dejo su maleta en cualquier lugar cuando entramos en su antigua habitación. Me sobre salto cuando escucho la puerta cerrarse de un portazo para después sentir como unos brazos me abrazaban por detrás arrastrándome hacia la cama.
-Estoy cansado -gruñó somnoliento.
Intento zafarme de su agarre, pero es mal alto y más fuerte que yo, así que terminamos cayendo sobre la cama.
-Quédate conmigo -murmura entre dientes.
Comencé a entrar en pánico cuando sentí su respiración más suave y su cuerpo más pesado, intenté alejarlo de mí, pero parecía hecho de roca.
-Noah -llame agitando su cuerpo-, despierta.
Gruño como respuesta. Rodé los ojos frustrado.
Giro mi cuerpo con sus brazos todavía alrededor de mí quedando enfrente de su cara. Puse mis manos sobre su pecho y empecé a empujarlo hacia el otro lado, alejándolo.
-¿Qué estas haciendo? -doy un pequeño respingo cuando escucho su voz- Déjame dormir.
-No no no, no te puedes dormir hasta que me sueltes.
-¿Por qué lo haría?
Lo miro frustrado.
-Tengo que dormir en mi habitación.
-¿Crees que te voy a dejar ir tan fácil?
-¿Qué es lo que quieres? Solo déjame ir, nos veremos en el desayuno.
-Te dejare ir si me dejas darte un beso.
Mi mente que se quedó en blanco, parpadeé varias veces observando su mirada seria, definitivamente hablaba en serio. Comencé a reír haciéndome el malentendido, pero solo sirvió para que me tomara de la cara y me acercara a la suya. Su nariz a unos centímetros de la mía.
-No creo que sea buena idea -murmuré, zafándome con fuerza de su agarre esta vez -¡Buenas noches, que descanses!
Me escabullí de su habitación cruzando el pasillo hacia la mía. Me recargue en la puerta respirando con fuerza sintiendo como mi corazón golpeaba con fuerza mi pecho. Puse una mano sobre mi frente sintiéndome caliente. No sabía que había sido eso, pero solo me hacía preguntarme que era en lo que estaba pensando cuando me dijo eso, y si realmente iba besarme. Quería aclarar mis sentimientos, entonces eso incluiría volver a besarlo. La sola idea me daba escalofríos.
Hundí mi cara en una almohada pesando qué tal vez por la mañana nosotros volveríamos a ser hermanos.
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Innocent Feelings | California Lovers #1 | RESUBIENDO
Teen FictionIan y Noah se han convertido en "hermanos" después de que sus padres se conocieran. James, el padre de Ian, perdió a su esposa en un horrible accidente, mientras que la madre de Noah se acababa de divorciar de su esposo frío y controlador; conociénd...