Ian y Noah se han convertido en "hermanos" después de que sus padres se conocieran. James, el padre de Ian, perdió a su esposa en un horrible accidente, mientras que la madre de Noah se acababa de divorciar de su esposo frío y controlador; conociénd...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
N o a h
El sol brillante entraba por detrás de las cortinas blancas iluminando la habitación que anteriormente estaba a oscuras. Me recosté boca arriba sobre la cama escuchando el sonido de la regadera abierta, coloqué mis antebrazos detrás de mi cabeza observando las figuras fluorescentes pegadas en el techo.
De pronto, el ruido de la regadera cesó seguido del sonido de una puerta siendo abierta y cerrada al mismo tiempo.
-Llegaste.
Aparece en mi campo visual vestido con un short gris y sin nada arriba, mientras se sacude el cabello mojado con la toalla. Me recargo sobre mis brazos para observarlo mejor. Los rayos de sol que se filtran por la ventana hacen brillar su piel bronceada, los músculos se le marcan sobre el abdomen y los brazos, una vez más confirmando que él era el chico más caliente que hubiera visto.
-¿Qué haces?
Subo mi mirada a su rostro, parece que me ha encontrado viéndolo.
-Vine a ver si ya estabas listo.
Se ríe, volteándose para tomar una camisa de botones blanca y se la pone dándome la espalda. Me pongo de pie hasta quedar detrás de él.
-En serio, no es el momento -murmura.
Mi rostro a unos centímetros de su cuello, escucho como su respiración se vuelve pesada. Lo tomo de la cintura pegando su espalda a mi pecho. Rozó mi nariz sobre su mejilla llegando hasta su boca que comienzo a besar con lentitud mientras él abre despacio para recibirme. Es un beso corto, pero basta para que altere los nervios de ambos. Sin voltearme a ver se aleja justo cuando alguien toca a la puerta.
Mi madre se asoma detrás de la puerta sin entrar por completo. Nos mira a ambos en silencio antes de sonreírnos.
-¿Estás listo? -le pregunta a Ian, quien solo asiente con la cabeza- Perfecto. Hijo, necesito que ayudes a James a poner las mesas en el patio. Los veo abajo.
-Voy detrás de ti.
Vuelve a sonreír y cierra la puerta. Giro a ver a Ian, quien luce pálido.
-¿Tú también lo notaste?
-¿Crees que haya visto algo? -pregunta de vuelta.
-Realmente, no lo sé.
-¿Cerraste la puerta cuando entraste? -me le quedo viendo pensativo.
-No lo recuerdo.
-Maldición -me mira con el ceño fruncido-. Debes dejar de ser tan impulsivo, ¿ahora que vamos hacer si vio algo?
-Quieres tranquilizarte, la conozco, no es como yo. Si es que vio algo va a pensarse muy bien lo que hará, lo más probable es que hable conmigo primero porque soy el mayor. Una posibilidad es que me esté aprovechando de ti.
