Capítulo 9♡

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Me avergonzaba un poco estar llorando así ya que no conocía a Justin hace mucho y seguramente no querría verme más por escandalosa... pero de todos modos me sentía cómoda siendo consolada por él pues me inspira confianza...

Ninguno de los dos decía ni una sola palabra. Al cabo de un rato, cuando mi llanto había cesado Justin se atrevió a hablar.

-¿Qué fué todo eso? -dijo refiriéndose al "show" de recién.
-Yo sólo... Louis... -me avergonzaba contar lo que realmente pasaba- ¿Puedes llevarme a mi casa? -pregunté algo apenada. Justin me miró frunciendo el seño- agradezco la linda tarde que me has hecho pasar, pero necesito irme ahora...
-No hay problema princesa, le diré a Freddo que prepare el auto -dijo para salir corriendo del playroom. En menos de 3 minutos estaba de vuelta -Freddo nos avisará cuando tenga listo el auto -dijo entrando a la habitación y acercándose a mi. Se percató de que las lágrimas corrían otra vez por mis mejillas y se agachó hasta quedar a mi altura. Secó mis lágrimas con el dorso de su mano izquierda.
- No llores más princesa. Te aseguro que nada en el mundo vale tus lágrimas -yo lo miraba atentamente mientras él seguía consolándome- Nada en el mundo es tan importante como para arruinar tu bella sonrisa.

Sus comentarios me hacían sonreir y sentirme mejor, ayudaban a sacarme de la mente la manga de estupideces que Lou me había dicho unos pocos minutos atrás.

-¡Justin!, el auto está listo -gritó Alfredo.

Nos pusimos de pie y nos encaminamos hasta la salida de la casa. Antes de atravesar la puerta Bieber me tomó de la mano y me hizo girar hasta quedar frente a frente con él. Se acercó peligrosamente a mi y me puso contra la pared entre sus brazos, cuando ya sentía su aliento en mi boca se detuvo.

-Si tu novio no te respeta, no te valora y no te cuida, acabará perdiéndote. Debes advertirle que hay otro en tu camino, y si pregunta quién es, dile que soy yo.
-Justiinnn -alargué riendo, pero me puse seria cuando noté que estaba hablando realmente en serio- ¿De qué hablas?
-Lo que dije, tú tienes algo especial que no puedo explicar y no hablo sólo de tu belleza física que es evidente. Algo en tí me atrae, y si Lucas no te cuida, te perderá en mis manos.
-Se llama Louis -dije sonriente. No por felicidad, sino porque me causaba gracia lo que estaba diciendo.
-Me importa poco como se llame, princesa -después de decir eso se acercó a mi hasta juntar nuestros labios en un dulce beso, un beso especial. Un beso con sabor a felicidad. Sin darme cuenta comenzé a seguirle el beso provocando un 'sensato' descontrol. Cuando reaccioné me alejé de él tapándome la boca.
-¿Qué fué eso? -fué lo primero que salió de mi boca.
-Eso, cariño, fué sólo el comienzo.
Sonrió victorioso tomando mi mano para guiarme hasta el auto, cerrando la puerta de la casa detrás de nosotros. Todo el camino fué silencioso, yo no me quitaba la mano de la boca. Estaba extrañamente emocionada por lo que acababa de suceder...

》Narra Justin《

El beso fué demasiado sabroso... No puedo esperar para hacerla mía. ¡Esta chica es deliciosa por donde se le mire! Lo que le dije fué osado, ya que sólo es la segunda vez que la veo, pero juro por mi honor que se la quitaré al idiota de su novio que no hace más que amargarla.
Al responderme el beso me deja abierta la puerta para intentar otras cosas, ya que me dió a entender que le gustó. Si no le hubiera gustado simplemente me hubiera abofeteado, pero no lo hizo... buen augurio.

Llegamos a su departamento después de un silencioso viaje. No se sacó la mano de la boca desde que le di el beso. Debe estar saboreándolo, es lo más probable. Algo en su mirar me dice que ella gusta de mi tanto como yo gusto de ella.

-Adiós -sonrió tímida- ha sido una muy linda tarde Justin, gracias.
-Sólo serán lindas tardes de aquí en adelante, cariño.

Sonrió tímida para después bajarse del auto y caminar hacia la entrada de su casa. Dios, que manera de mover las caderas al caminar. Antes de entrar se dió vuelta y me guiñó el ojo, se dió la vuelta y entró.

Me quedé embobado mirando por la ventana.

-Cuando quieras, baboso -dijo Freddo al volante, haciéndome salir de mis babosos pensamientos.
-Vámonos ya -dije riendo avergonzado.
Alfredo es uno de mis mejores amigos y él sabe mejor que yo cuando alguna chica me gusta, por lo que no tardó en darse cuenta de mi interés por ________.
Cuando llegamos a mi hermosa mansión pedimos unas pizzas y nos sentamos a jugar Xbox en el playroom compartiendo unas cervezas.
-¿De dónde la conoces? -dijo Freddo mirándome atentamente.
-¿A quién te refieres? -dije desinteresadamente.
-A la bella chica que hoy estuvo contigo en la tarde, ¿a quíen crees tú? -respondió irónico riendo.
-La conocí ayer en el estudio -respondí serio.
-¿Y tanto te flechó que hoy ya te la tiraste? -ambos reimos a carcajadas.
-Fredo, número uno: No me la tiré, aunque tenga ganas no lo haría aún. Número dos: sí me flechó, ¿acaso no la viste? Esas caderas, ese culo y esas tetas tienen que caer a mi cama -reimos a carcajadas, lo dije en aire de broma, pero algo de realidad había en mis palabras- y número tres -dije enumerando con mis dedos-...

FearlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora