Nora Jáenz es una mujer temerosa y frágil que esta presa de la violencia a manos de la persona que menos imaginó: Álvaro Barradas, su marido.Tras unos días de libertad ella aprende a amar la vida, a anhelar lo que el tanto le ha negado y a implorar...
La violencia de género es el término utilizado para referirse a cualquier tipo de maltrato físico, psicológico o verbal en contra de las mujeres, también hace referencia a temas como la discriminación y menosprecio llegando hasta su punto máximo a la agresión física. En muchos años de atención a víctimas de violencia hemos visto que lo que las personas en esta situación buscan o desean que la violencia cese, termine, que su compañero deje de golpear, someter y controlar.
En México la violencia contra el género femenino se ha incrementado durante los últimos años, resultando un mayor número de denuncias y asimismo en un incremento en la impunidad de crímenes relacionados con mujeres.
Tal es el caso de la Sra. Nora Jáenz de Barradas.
Durante meses El Buscador había seguido la pista al fundador y presidente de la organización benéfica "Hojas de papel" tras rumores entre los socios de dicha institución y empresa.
El pasado 20 de Mayo, Nora Jáenz llamó a nuestra redacción para declarar en contra de su marido. Un servidor y un camarógrafo del equipo acudimos al lugar citado y fuimos testigos presenciales de las consecuencias de la agresión del Lic. Barradas a su mujer. Platicamos con la víctima, Sonia Jáenz y Lucas Leyva, hermana y vecino de la misma, recolectando testimonios de primera mano sobre el caso.
Al igual que muchos casos de violencia doméstica, su historia comenzó con las discusiones; la tensión y las diferencias entre ambos crearon un ambiente de hostilidad por parte del agresor. Los malos tratos y los insultos no tardaron mucho en llegar y día con día su relación íntima fue disolviéndose hasta quedar casi inexistente.
A los cortos seis meses de matrimonio el primer acto de violencia física se hizo presente. Después de ello se hicieron más constantes, llegando al grado de ser maltratada todas las noches.
A la par que esta situación crecía, el éxito de Álvaro Barradas fue impulsado y reconocido a nivel nacional. "Me hacía ir a eventos y actuar para los demás. Éramos la pareja perfecta frente a todos ellos. Pero era tan solo una farsa" confesó. "Las presiones sociales crecieron y él se fue distanciando aún más. Vivía técnicamente sola, bajo las condiciones de no salir y no hablar con nadie a menos que fuera extremadamente necesario."
Esta rutina siguió durante los siguientes cuatro años. Nada había cambiado y ante las amenazas de su marido, Nora Jáenz vivía con el constante temor por las consecuencias que traería si contaba su "secreto" por lo que decidió mantenerse callada bajo cualquier circunstancia.
Fue tan solo hace dos semanas cuando, al ser víctima de abuso sexual por parte de marido, decidió ventilar la verdad y dejar de lado los rumores.
Brindó pruebas fotográficas y médicas sobre su estado a El Buscador para que se hicieran de conocimiento público. Sin embargo, la posición social de Álvaro Barradas le ha permitido interceptar la información y ocultarla para seguir manteniendo su reputación.
Al día siguiente, a las 10:36 hrs. Nora Jáenz fue encontrada sin vida en el piso de su casa. Su vecino y concubino, Lucas Leyva, llamo a las autoridades para su reconocimiento.
Declaró que horas antes habían estado en su domicilio y tenían planeado salir de la ciudad. Ella había insistido en buscar sus papeles para el viaje y, tan pronto la perdió de vista, recibió un fuerte impacto en la cabeza, dejándolo inconsciente alrededor de una hora. Cuando reacciono fue a buscar a la Sra. Jáenz a su casa, encontrándose con la penosa escena.
Después de una semana de rastreo y juicios, se dictó sentencia al Lic. Álvaro Barradas bajo los cargos de Asesinato en Tercer grado, Violencia doméstica y Violencia a terceros, siendo sentenciado a 40 años de prisión y sin derecho a fianza.
Este caso es solo uno de los muchos en México que se han quedado en las sombras y el silencio de las víctimas, pensando en los golpes que todas reciben de una u otra manera. No hay que esperar a que lo peor suceda, porque para entonces podría ser demasiado tarde.
El caso de Nora Jáenz no debe quedar solo como una mala noticia en la prensa local. Debe servir de ejemplo para todas las víctimas de violencia que se esconden bajo las amenazas de terceros.
Cualquier pena no debería justificar el arrebato de la vida de una persona, menos en un país donde, en casos como estos, mueren asesinadas mujeres todos los meses. Porque la violencia contra las mujeres no es algo gratuito. Nos denigra como sociedad. Somos un país en donde 8 de 10 mujeres han sufrido algún tipo de maltrato, y de las cuales, 1 de ellas ha levantado una demanda.
¿Por qué callar? ¿Por qué resignarse a esperar la voluntad de alguien más? ¿Por qué vivir con dolor?
Tú, mujer, actúa. Se valiente. Enfréntate.
Vence.
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"Sana las heridas del pasado, no mires atrás hacia lo que ya has perdido y vive tu vida."
