11.- Excursión al psicólogo

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[Los personajes de La Historia de la Marihuana van al psicólogo]

Sonia:
—Muchas gracias por venir, por favor siéntese.
—Señorita, la paciente es usted.
—O eso es lo que le han hecho creer a usted.
—No, tengo un título.
—¡¿ME ESTÁS LLAMANDO MENTIROSA?!
—Por favor salga de la sala.

Informe de la paciente:
Demente, sin remedio.
Posible esquizofrénia.

Sintió el aliento de alguien en la nuca.
—Pfff... Cómo si no me hubiesen examinado antes.
—¡Salga de la sala!

Marco:
—Y veo su sombra a través de la ventana y entonces siento su aliento en la nuca y grito —el rubio suspiró nervioso —. Luego me despierto sudando y con el corazón a mil por hora.
—¿Tiene estas pesadillas muy a menudo?
—Siempre.
—¿Y quién és la sombra?
—És... —la mirada de Marco se clavó en un punto más allá de la cabeza del psicólogo —. Oh, mierda. Viene a por mí.
—¿Qué?
El psicólogo se giró y vio la cara de Sonia pegada a la ventana.
—¡Le dije que se fuera! —exclamó el hombre.
La chica se limitó a señalar a Marco con el dedo y luego hizo que se rajaba el cuello con el pulgar.
Y desapareció.
—¡Me va a matar! —exclamó el rubio llevándose las manos a la cabeza — ¡ME VA A MATAR! ¡OH DIOS! ¡ME CORTARÁ EN TACOS Y SE LOS DARÁ DE COMER A LA LLAMA!
—Cálmese, por favor...
—¡NO ME CALMO! ¡TODO ESTO ES CULPA SUYA!

Informe del paciente:
Traumatizado.
Traumatizado por una esquizofrénica.

—¡Y USTED SERÁ EL SIGUIENTE! —gritó abrazándose las rodillas.

Victoria:
—¿Cómo te sientes respecto a todo esto?
—Pues... Culpable a veces. Siento que si hubiese asumido las consecuéncias de mis actos todo esto no habría pasado... Siento que todo esto es mi culpa.
—Bueno Victoria...
Sonó un teléfono. Vicky sonrió avergonzada.
—Disculpe.
Miró la pantalla, era una llamada de Carlos. Descolgó el teléfono.
—¿Qué?
Todos estamos de acuerdo en que esto es culpa tuya —afirmó el chico desde la otra línea. Se escucharon murmullos de aprobación al fondo.
Vicky apretó los puños.
—¡QUE OS FOLLEN A TODOS! —gritó tirando el móvil por la ventana rompiendo el cristal.
El psicólogo suspiró.

Informe del paciente:
Falta de control de la ira.

—Estoy completamente de acuerdo —comentó Sonia.
—¡Que te vayas!

Carlos:
—Uhm... Estoy enamorado de Marco.
—¿Del chico rubio?
—Eeeeh... Sí —Carlos frunció el ceño y entrecerró los ojos —. Cada vez que lo veo siento... Siento ma... ¿Marisoplas?
—¡Mariposas inútil! ¡Pone mariposas! ¡¿Que no sabes leer?! —gritó Sonia bajando los carteles.
—¡No es mi culpa que escribas como un niño de cinco años! —replicó el pelinegro y se giró hacia el psicólogo —¿Sabe cuál és mi problema? Que una psicópata de dieciséis años me extorsiona para que sea gay.
—De acuerdo —suspiró el hombre —, puede retirarse.

Informe del paciente:
Están todos completamente locos, ¿por qué acepté este trabajo?

Teresa:
—Así que... ¿No tienes ningún problema?
—Nop.
—¿En serio? ¿Convives con ellos y no te sientes alterada por nada?
—Nop.
—Eso es un gran problema, señorita.
Teresa se levantó de golpe y lo apuntó con un dedo.
—¡No es mi culpa! ¡¿Vale?! ¡Yo no decidí meterme en esto! ¡Fue Carlos quién me trajo!
El psicólogo comenzó a escribir en su cuaderno mientras la chica seguía gritando.

Informe del paciente:
Otra traumatizada. De verdad que no tienen remedio.

—¡Me abandonaron en Madrid! ¡¿Se lo puede creer?! ¡Nadie se acordó de mí! ¡Encima que les traje muffins!

Alexandra:
—Dígame, ¿qué ve aquí? —preguntó el psicólogo mostrándole una hoja blanca con manchas negras.
—Un revolver.
—Vale... ¿Y aquí? —le mostró otra imagen.
—Un hombre disparándole a otro.
—De acuerdo... ¿Y en esta otra?
—A Sonia poniendo caras raras.
—¿Qué? —el hombre miró la imagen y, efectivamente, era la chica loca —¡¿Cómo ha acabado esto aquí?!
Alexandra se encogió de hombros.
—Te acabas acostumbrando —le explicó al psicólogo tomando una copa de vino.
—¿De dónde ha sacado la cop...?
La puerta se abrió de golpe y apareció un niño de pelo castaño alborotado y grandes ojos azules.
—¡Alex ven a ver esto! ¡Carlos se ha quedado atascado en la fotocopiadora! —se carcajeó.
Alex dejó la copa de vino en la mesa.
—Ya sabe de donde han salido las imágenes.
Y se fue siguiendo al niño.
El psicólogo se bebió lo que quedaba de vino de un trago.

Informe del paciente:
Siniestro...

Tommy:
Sonia trató de peinarle el cabello al niño.
—¿Por qué está usted aquí, señorita? Debo tratar al señor... Thomas.
—Soy su madre.
—¿Cómo?
—Ella es mi madre —afirmó el niño.
—Santo cielo, lo siento mucho por ti Thomas.
Y el niño se le tiró encima como un gato y comenzó a morderle.
—¡No te metas con mi madre, aborto de mandril!
Sonia observó tranquilamente la escena.
—Estoy tan orgullosa.

Informe del paciente:
...
socorro...

Chantal:
—Entonces comenzó a golpear a Marco con la sartén y yo pensé: «¿Con qué clase de locos me he mezclado?» —le narró la rubia tranquilamente.
El psicólogo suspiró aliviado al poder hablar con una persona normal.
—Pero, ¿sabes qué? —continuó — Son contagiosos.
El psicólogo abrió los ojos como platos mientras Chantal se levantaba y comenzaba a hacer una especie de danza.
—¡Oh gatopollo! ¡Eres gatopollo! ¡Eres gato y eres pollo! ¡Con tu cuerpo de gatopollo!
El señor psicólogo se echó a llorar desesperado.

Informe del paciente:
pls... aiuda... voy a morir.
haaaaalp

Ángel:
—¿Qué te dijo? —preguntó Vicky cuando el chico salió de la sala.
—Nada, le borré la memoria.
—¿Qué? ¿Por qué? —cuestionó Sonia que estaba colgada del techo.
Ángel suspiró resignado.
—Realmente no habéis visto vuestros informes. Será mejor para todos —acarició al pollo que llevaba en el hombro —. Además, él estaba empezando a perder la cabeza.
—Genial, pues vámonos a casa —pidió Teresa.
—No podemos —replicó Alexandra —, Carlos sigue atascado en la fotocopiadora.
Todos suspiraron al unísono.

Fin

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SANTA MEDUSA
ESTO FUE MUY LARGO Y NO TIENE NINGÚN SENTIDO.
Lo que no importa porque esta historia no tiene ningún sentido así que TURN DOWN FOR WHAT.
Chau personitas extrañas y adopten muchos unicornios porque SE ESTÁN EXTINGUIENDO ⊙_⊙



La vida antes de la marihuana  [LHDLM (alternativa)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora