Luke estaba de pie frente a la puerta del edificio Haven. Estaba pensativo, mirando hacia el cielo. Sus pensamientos querían perderse en aquél azul claro con pinceladas blancas marcadas con sutileza. Bajó la mirada y sonrió nervioso. Soltó un suspiro y rápido entró al matadero.
—Buenos días, Sra. Fox. ¿Cómo se encuentra el día de hoy? —dijo mirándola con una sonrisa en el rostro. La Sra. Fox pinchó un botón rojo en su escritorio, el cual daba la señal a Sebastian de que alguien importante había llegado.
—Buenos días, Luke. Estoy muy bien, gracias por tomarte la molestia en preguntar. ¿Cómo te encuentras tú el día de hoy? ¿Hay nervios recorriendo tu sistema? —su última pregunta sonó sarcástica. Luke se limitó a hablar de la misma manera.
—Lo único que siento en estos momentos son las ganas de saciar mi sed de sangre.
La Sra. Fox se quedó plasmada en su silla. Luke avanzó con descaro en el edificio. Tomó el elevador y el escáner apareció frente a su rostro.
—Luke Honeticut, seis, ocho, nueve —murmuró mientras tecleaba.
—Luke Honeticut, acceso correcto —murmuró el parlante en respuesta. Las puertas grises se abrieron y él se adentró en el elevador.
*
—Joder, ¡ya es tarde! —gritó Isabella aventando las sábanas por todo el suelo. No le importó estar desnuda y correr así a vestirse con la ventana abierta. Esteban abrió los ojos de golpe.
—¿Isa, estás bien? —dijo mientras parpadeaba para despertar un poco. Abrió los ojos por completo al observar a su novia desnuda frente a él.
—Yo estoy muy bien, ¡pero mis jefes no estarán bien si llego tarde a trabajar! —gritó mientras brincaba al ponerse el pantalón; sus pechos se movían de arriba a abajo. Esteban estaba disfrutando del espectáculo sólo para él.
—Por mí sigue apresurada, así puedo apreciar tu anatomía recordándome algunas escenas de anoche.
Isabella sintió cómo se ruborizaba.
—Lo hago con esa finalidad, créeme.
Esteban sonrió. Ella corrió ya vestida hacia el baño, apurada por cepillar su cabello y realizarse la coleta de Isabella Haven. Su cabello cobrizo quedó acomodado en segundos. Corrió al lavabo y comenzó a cepillar sus dientes. De arriba a abajo, después en círculos a la altura de las muelas; escupió la pasta dental, hizo gárgaras con el agua y terminó con la boca deslumbrante.
—Bien, debo irme, Esteban. Te veo en un par de horas —apresurada lo besó en los labios y se dedicó a cruzar el departamento en un par de segundos. Su mochila estaba preparada justo a un lado de la puerta principal, la tomó veloz y salió a la calle.
Caminaba rápido por la avenida Principal y la gente la observaba al verla tan apresurada. Isabella sentía un gran cosquilleo dentro de sí por la gran aventura que viviría el día de hoy.
—Joder, ¿por qué nunca hay un taxi cuando más lo necesitas? —gritó con desesperación.
Corrió inesperadamente con el objetivo de avanzar más rápido, pero sus pensamientos la estaban distrayendo. Un pitido la alertó y regresó a la vida real.
—Yo... lo siento... —murmuró estupefacta al verse frente al cofre de un coche.
Salió de la avenida tan concurrida y se detuvo por un instante debajo de un árbol en el parque principal de la colonia.
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HAVEN: No todo es lo que parece.
ActionBienvenido a HAVEN, el lugar donde nada es lo que parece. Después de alejarse del matadero, Isabella se ve obligada a volver a su peor pesadilla para demostrar que sus habilidades asesinas siguen estando intactas. Sin embargo, tarde o temprano la ve...