Capítulo 18.

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Cuando Niall despertó, se giró, ya que me estaba dando la espalda y me miró.

Yo estaba con la frente apoyada en su espalda y con mi brazo izquierdo le rodeaba su cintura, aferrándolo contra mí.

-Buenos días-le dije, con voz cantarina.

Y deposité un beso en sus labios.

-Empezando así el día, ya es bueno, sí...-dijo.

Reí.

Después de hacernos cosquillas un rato, decidimos levantarnos.

-Eh, esa camiseta no es tuya.

Oh, maldición.

-Es de Harry.

-¿Y qué hace una camiseta de Harry puesta en ti? Es más, ¿no es la que llevaba él ayer?

Oh.

-Verás, como no podía dormir, salí a bañarme afuera. Harry tampoco podía dormir así que salió también. Nos bañamos y después de secarnos, seguía teniendo frío, así que me la dejó poner. No tiene mucho misterio.

-Sí, sí que lo tiene. ¿Cómo puede ser que os bañárais juntos y no le ahogaras? Me has defraudado...

-Intenté ahogarle, pero la piscina no tiene la bastante profundidad como para ahogar a una jirafa como él.

 Rió y fuimos a desayunar.

Los demás ya estaban allí.

Harry iba solo con los boxers y eso le gustaba a Nerea, que no le quitaba el ojo de encima.

-Mi camiseta...-dijo, cuando entré en la cocina.

-Si la quieres de vuelta, lo siento mucho, ahora no puedo dártela. No llevo nada debajo.

Los demás se rieron.

-Bueno... Yo no llevo nada por encima, no sé si me entiendes...

-Anda, desayuna y calla.

Después de desayunar salimos al jardín.

Cogí la toalla de Niall y me tumbé en el césped al lado de Liam.

Niall, Isa y Louis jugaban al fútbol con Pepa que les regateaba a todos y Harry, Nerea y Zayn estaban en la piscina.

Marta y Jey habían vuelto a casa, pero prometieron volver por la tarde.

La pelota de fútbol entró dentro de la piscina y Pepa, que quería cogerla pero no sabía como, apoyó las patas en la pared hinchable de la piscina y la pinchó con las uñas.

El pinchazo, al salir el agua de golpe, pasó de ser un pequeño agujero a uno descomunal y todo el agua se derramó en el jardín.

Zayn, que aún llevaba el flotador de la Barbie de Nerea, acabó en el jardín agarrado al flotador con una cara de miedo intenso, Nerea se quedó tumbada en el suelo deshinchado de la piscina y Harry, misteriosamente, acabó sobre Liam y yo, que estábamos relativamente cerca de lo que antes era una piscina.

-¡Pepa!-gritamos todos a la vez, regañándola.

-¡Guau!

-Como la lias, Pepa...-dije yo.

Después de ese accidente, nos quedamos sin piscina y con el jardín empapado, por lo que tuvimos que quitar también la tienda de campaña, porque se iba a mojar toda.

Todo esto, de recoger y demás, nos llevó toda la mañana.

Comimos y después tuve que irme a la academia.

Forever youngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora