"sábado de verano y una movida peligrosa..."

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Jokka P.D.V:

"¿y a qué hora te pasa a recoger este chico?" Preguntaba mamá en la entrada de la puerta mientras me movía de un lado para otro buscando algunas cosas. Quería verme presentable aunque no tuviese mucho con que combinar la verdad...

Finalmente había optado por mi pañuelo de siempre, una polera verde, mi suéter azul con rayas, unos jeans verdes y mis zapatillas azules. Algo de perfume y obviamente el desodorante, la vida es pretenciosa a veces, ¿por qué no serlo uno también? De todos modos no creo que se fijen en mí donde quiera que sea que Ciel desee llevarme.

Era sábado por la tarde, las 5:30 P.M. y hacía calor.

"A las 5:49..." dije riéndome pensando enseguida en lo que diría mamá.

"¿no podía ser a las 6:00?" Me dijo y enseguida solté la carcajada.

"Bienvenida a mi mundo..." dije y me acerqué a ella ya listo "¿que tal estoy?"

"Lindo hijo..." dijo ella acercándose y dándome un abrazo.

"¿como siempre..." murmuré sarcásticamente con una sonrisa en su oído.

"En la vida hijo, están quienes les agradamos y quienes simplemente no tanto... en cualquier sentido..." ella siempre sabe como acertar con las palabras, es mágica para mí.

"Gracias... aunque, no nos vamos enseguida madre, le había invitado a comer primero y después iríamos allá..." dije separándome del abrazo cálido de sus brazos.

"¿a comer?" Me miró de reojo.

"¡d-descuida, tengo todo planeado!" Y si que estaba preparado para todo, había dejado la lasaña calentando en el horno así que debía ya de estar lista.

"¿Lo dices por la lasaña? Al menos sabes que no se cocina por tanto tiempo ¿no?" ¡rayos!

"¡YA VENGO-!" Iba a salir corriendo en dirección a la cocina pero ella me detuvo de golpe.

"Ya me encargué..." ¡ufff! ¡por poco!

"Gracias..." dije mirando al suelo, me sentí un tanto patético.

"Ya, ya, no pongas esa cara..." dijo plantando un beso en mi mejilla "mira que has trabajado duro para cocinar bien, y poco a poco lo irás logrando, sólo fué un pequeño error".

"¿y si se incendia la casa?" Dije mirándole aún un tanto entristecido.

"¿y si no?" Dijo palpando mi cabeza con su mano, me ruboricé enseguida ¡detesto que hagan eso! "Ahora abajo..."

En el instante sonó el timbre y ella me sonrió.

"¿Eres adivina ahora o que?" Dije saliendo por la puerta.

"No, sólo soy madre..." ya no se cual es exactamente la diferencia, siempre tiene la razón de todos modos...

Ciel P.D.V:

Me las arreglé para llegar a la hora con algo de dificultad, sé que 5:49 es demasiado específico pero, bueno, me dejaban salir de la casa a las 4:50 y de mi casa a la de Jokka no es exactamente cerca, no al menos a pie y usando el transporte público del minibus. Iba vestido con mis shorts mimetizados favoritos, una polera manga corta de color gris con cuello negro, el piercing de siempre en la ceja y unas zapatillas de trecking verdes y negras. Como hacía calor sólo había traído un chaleco sudadera oscuro. Mi familia siempre me insiste en ir elegante pero a mamá supongo aún le cuesta entender que simplemente no me interesa mucho verme de terno, o con suéteres y chalecos tejidos a mano.

Miré el reloj en mi muñeca una vez en la entrada, reconocía ya la casa por el día en el parque, sin embargo, sólo era sábado, y nos habíamos conocido recién hace una semana aproximadamente.

No Me Sigas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora