"La pequeña Mizore..."

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*advertencia: fantasía paternal in coming...*

Maggie P.D.V:

Bzzzzzz* Bzzzzzz*

"Mmmm... Querido, la alarma..." Murmuré mientras podía sentir los brazos de mi amado Roman abrazarme...

Veintiún años juntos, y enos aquí... Aún parecemos una pareja de recién enamorados...

Actualmente con 43 años de edad ambos... La vida nos dió dos hermosos retoños y el tercero lamentablemente no pudo tomarla... Sin embargo, en mi corazón siempre habrá un lugar para él...

Trato siempre de pedir por su bienestar, donde quiera que esté, y por el de mis hijos.

"Vaya... Cinco minutos más... Hehehehhehe..." Dijo él con su voz medio profunda, me encanta ese tono de presentador de radio que tiene por las mañanas, pero lo mejor es que no tengo que oírlo en la radio, lo tengo aquí mismo.

"Hoy llega mi hermana... Si quieres puedes quedarte un rato más, pero debo levantarme si o si... No puedo dejar que llegue si la casa está patas arriba..." Respondí levemente sentándome y recobrando la lucidez completa. De seguro mi cabello estaba hecho un desastre. Aunque bueno, desde que tengo memoria que tengo ciertas batallas con él. No es la gran novedad en realidad.

Moví las sábanas a un lado y me estiré un poco luego de bostezar, el ambiente estaba tibio y agradable, llevaba un pijama de verano floreado de rosas, me puse las pantuflas rosadas y caminé en dirección al baño. Entré para darme una buena ducha, nada más agradable que sentir el agua enjuagar y limpiar el cuerpo, luego algo de shampoo, acondicionador y luego salir para secar y peinar mi cabello, algo de crema para la cara, las manos y unos cuantos retoques de maquillaje para estar presentable.

Al salir Roman ya se había erguido en la cama y se restregaba los ojos, su cabello café como las avellanas alborotado y rizado se veía sexy sobre su rostro, sus ojos cafés del mismo tono, su torso descubierto trigueño moreno atlético medio muscular, el cuerpo de vello fino en brazos, piernas y pecho, sus labios delgados y carnosos piel claro, sus cejas medio tupidas también cafés, pestañas medio largas, sin más vello facial que su barba rebajada y apegada a su mentón anguloso, alto en promedio y una sonrisa blanca como el alba.

"Hoy estoy cubierto en el trabajo, tenemos el día para nosotros..." Me dijo en tono semi seductor tomando sus gafas pequeñas y redondas que le daban un aire de intelectual. Es gracioso, pues, aunque sin ellas tiene pinta de hombre tosco de actitud, con ellas se ve correcto e inofensivo, además de tener una personalidad flexible, aunque a veces suele ser terco, pero no al punto de soberbio. También es comprensivo y sabe escuchar (créanlo o no damas).

"Igual yo, pero no nos apresuremos tanto, hay más para disfrutar aún..." Dije con una pequeña risa coqueta, a veces mantener la chispa con algo de romance y actuación no viene mal. Después de todo como cualquier pareja, tenemos nuestros problemas, mejor darnos también un espacio de gozo. Ya después quizá discutamos por algunas cosas.

"Espero con ansias entonces..." Me sonrió levantándose de una vez por todas en sus shorts de pijama negros.

"Ya date una ducha mejor..." dije señalando que saliera de la habitación.

El dejó escapar una risa picaresca y se dirigió al baño.

Yo le dirigí una mirada de hostigo con una sonrisa. Luego caminé al clóset para poder cambiarme.

"Después de todo hay que recibir invitados..."

Roman P.D.V:

Desperté en la mañana con la alarma que Maggie había puesto ayer para poder levantarse un poco antes, hoy venía mi cuñada con su esposo y su hija de visita para pasar un rato en familia y aunque la casa estaba en realidad bastante bien, ella quería dejarla aún mejor, no le digo nada al respecto, después de todo, una decoradora de ambientes sabe lo que hace. Por suerte hoy la oficina de seguros me dejó el día libre, tengo todo el día para estar con mi familia.

No Me Sigas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora