Algún día de Navidad

9.7K 620 363
                                    


*¡Este es un capitulo largo, así que fíjense en la fechas, son importantes!*

A finales de Julio, 1991

Callejón Diagon:

Harry reviso su lista de útiles escolares, chequeando cada una a medida que las compraba. Severus lo había traído a hacer sus compras para la escuela para así evitar la loca carrera de compras que ocurría en agosto. Le faltaba menos de una semana para cumplir los once años, y su carta de Hogwarts había llegado hace unos días, dirigida a Henry Snape, Foxfire Hall, Yorkshire.

Severus había respirado aliviado cuando llego la carta y vio la forma en que estaba dirigida. Aparentemente, la escuela aun enviaba las cartas por Servicio Mágico de Mensajería Automática, y el echo de que el mundo mágico asumía que Harry Potter había muerto significaba que el servicio no le enviaría una carta a él, si no que a Henry Snape, ya que esa era la manera en que el chico pensaba de si mismo. Severus no tenia dudas de que si iba ahora a los archivos del Ministerio y miraba el Registro de Hogwarts, encontraría el nombre de Harry Potter marcado como "desaparecido, se presume muerto" y Henry Snape bajo el.

Aun no le revelaba a Harry la verdad sobre sus padres. Era algo que lo acosaba diariamente, pero no se atrevía a destruir la identidad del niño aun. Deseaba que Harry fuera a la escuela sintiéndose confiado y feliz, no experimentando una crisis de identidad. Se hizo la promesa a si mismo de que le diría a Harry en la vacaciones de Navidad, una vez que el alboroto de las festividades hubiera decaído. Y si Harry tomaba bien las noticias, planeaba adoptarlo legalmente en el mundo mágico y hacerlo el heredero secundario de Foxfire Hall también. Estaba feliz de que Augustus no lo fastidiaba con el tema y estaba contento de permitir que Severus tomara sus propias decisiones al respecto, aunque Severus sabía que Augustus le habría revelado el secreto a Harry hace meses.

Pero ahora, estaba llevando a su ansioso hijo por la compra de sus útiles con anticipación. Ya habían ordenado las túnicas para la escuela, al igual que más ropas para todo uso, piyamas y zapatos también, un par de salida y tres para uso diario, calzado deportivo y dos pares de botas, además de ropa interior. Harry estaba feliz de tener la parte de la tediosa compra de ropa lista ya, ahora podía concentrarse en las cosas importantes, como libros, calderos, ingredientes de pociones y la varita.

Había recibido una súper escoba como regalo anticipado de cumpleaños de parte de su abuelo, era un modelo nuevo de America, la Phoenix Starfire 2000, y era una escoba de carreras profesional de Quidditch, aunque los hechizos de seguridad que tenia ahora impedían que Harry la usara a toda su velocidad. Podía volar más de 140 mph, pero los hechizos solo le permitían llegar hasta 110, que aun así era bastante rápido para un partido de Quidditch escolar, había declarado Severus. Harry no estaba de acuerdo, aunque nunca había volado una escoba que fuera mas allá de 60, pero Severus se mantuvo firme. Y Augustus lo apoyo, así que Harry dejo de desear poder sacar los hechizos el mismo y acepto el hecho de que tendría que esperar hasta tercer año para que retiraran los hechizos. Sabía que tenía suerte que su padre le hubiera permitido a Augustus que le diera una escoba de adultos, mucho menos el gran modelo que tenia, y su único pesar era que no podía llevar la escoba a la escuela.

"De todas maneras los de primer año no tienen permitido jugar Quidditch, así que no tiene caso llevar tu propia escoba," le había dicho Severus. "la escuela suministra las escobas para las clases de vuelo y de esta manera no tendrás que preocuparte porque alguien pueda robarla."

Harry comprendía, pero aun le molestaba que no pudiera llevar a su Phoenix con él y mostrarle a Draco Malfoy la escoba genial que tenia. Neville y Blaise la habían visto y les había permitido subirse un par de veces. Aun así, estaba demasiado emocionado ante la perspectiva de comenzar pronto la escuela que no se molesto por mucho rato.

Dejado en un pesebreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora