¿Qué voy hacer?

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-Y que sentiste cuando lo viste? -Preguntaba diana mientras le daba un sorbo al café.
-Es lo que siempre soñaste; que volviera a buscarte. O no?-pregunto zuleidi.
-si pero porque ahora? Todo esta bien en mi vida,
-así son los hombres-suspiro diana-jamás son oportunos, tienes que pensar bien que harás, porque acuérdate que tienes ese compromiso en los rumbos de tu familia y allá va a estar el o como crees que dio contigo?
-ya lose, ya lose- No quería pensar quería regresar a mi casa y dormir de nuevo, que todo fuera una pesadilla y que el no ubiera regresado, pero no pude evitar sonreír, mi corazón no pudo evitar latir fuertemente como si se quisiera salir de mi pecho, como aquella primer vez que lo vi, aquella vez que no sabía nada de amor, aquella ves que cuando lo miraba y el sa daba cuenta volteaba la mirada yo apenada y después el me miraba, y yo me daba cuenta y el volteaba rápido, eran tiempos de inocencia, eran tiempos de iluciones, cuando recibí su primer carta fui la mujer más feliz del mundo, la primer vez que tomó mi mano .... esa sensación jamás la voy a olvidar y jamás la e vuelto a sentir, me gustaba como me abrazaba, como me apretaba contra su pecho, casi casi evitando que respirara, jamás había vuelto a recibir un abrazo así, pero esos habían sido los buenos tiempos, los tiempos de risas, los tiempos de planear un futuro juntos, después todo había cambiado; cresimos tal vez, o nos volvimos más inmaduros en vez de maduros... tenía que dejar de pensar en eso, esos recuerdos ya los había sepultado, había jurado que había superado esa etapa, ahora todo era distinto, yo ya no era una joven inmadura berrinches, ahora era una mujer exitosa, tenía el amor de un hombre con el que planeaba formar una familia, ahora yo ya sabía lo que me convenía y no me podía dar el lujo de ponerme mal por el, así que decidí seguir adelante, fueran cuales fueran sus intenciones, yo seguiría con mi vida, el ya tenía si familia, el ya tenía lo que siempre quiso y yo no le pude ofrecer, el había encontrado su felicidad en una mujer, en un hijo y yo; yo en el trabajo, en vivir la vida sin necesidad de estar atocigada por alguien, no había vuelta de hoja, No había necesidad de hacerme tonta; ya los dos teníamos lo que deseábamos. ...

UNA SEGUNDA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora