CINCO

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-¡Buenos días a la mujer de mi vida! -me acerqué a mi mamá dándole un enorme beso en la mejilla.

-¿Ya no soy el amor de tu vida? -reclamó fingiendo estar ofendida.

-El amor de mi vida será el hijo que tenga con Yoongi -le sonreí mientras decidía que tomar de la alacena para desayunar.

-¡Desplazada por mi propio nieto! -dramatizó tocando su pecho y recargándose sobre la puerta del refrigerador.

-Y eso que todavía no nace -continúe bromeando- ¡Imagínate cuando hable y me diga papá! Entonces mamá, creo que voy a dejarte.

-¿Qué? -se reincorporó matándome con la mirada- ¿Serías capaz Park Jimin?

-Ohm -fingí meditarlo y cuando no pude aguantar su expresión sorprendida, me abalancé hacia ella y la abracé suavemente- nunca te dejaría -le sonreí besando su frente.

-Mi niño tonto -me miró esbozando una media sonrisa- me alegra ver que estás de mejor humor esta mañana -pegó su mejilla en mi pecho y me abrazó con más fuerza- ¿acaso soñaste con ese tal Yoongi anoche?

-¡Mamá! -me alejé un poco intimidado y mis mejillas se tiñeron de rojo- debo irme ya a la escuela -me incliné ligeramente antes de soltarla y planté un pequeño beso en su mejilla- ten un buen día en el trabajo.

-Estudia mucho cariño -me sonrío y la vi soltar un suspiro mientras la puerta se cerraba a mis espaldas.

Mamá había cuidado de mí desde niño, aun cuando papá se fue y nos dejó solos a mí y a ella, nada nos faltaba porque nos teníamos el uno al otro.

-¡Jiminie! -la voz de Tae que venía corriendo a mis espaldas entro de lleno en mi odio- ¿Cómo te fue con Yoongi hyung? -preguntó interesado mientras llegaba a mi lado.

-Se puede decir que mejor de lo que pude haber esperado.

-¿Uh? ¿Eso qué significa? -elevó una ceja y torció la boca haciendo una mueca graciosa- ¿acaso él te dejó besarlo?

-¿Eh? -me sorprendí un poco- ¿tu como sabes eso?

-¿Se besaron? -exclamó esta vez casi gritando- ¡Oh por dios! –dio saltitos tirando de mi brazo- ¡Oh por dios! ¡Oh por dios!

-Basta -lo empujé ligeramente para que me soltase- seguramente tu y Hoseok hicieron cosas peores –le solté de golpe y lo hice sonrojarse- ¿tu también lo besaste? -me incliné buscando ver su rostro que en ese momento había ocultado tras su brazo.

-No... -musitó muy bajito como ya era su costumbre.

-¿No? –lo miré de reojo y pique con mis pulgares a sus costillas- ¡vamos cuéntamelo!

-¡Que no! ¡no pudimos besarnos! -de repente empezó a gritarme- no sé qué rayos me pasó.

-Bueno tranquilo -le sonreí para que no se siguiera alterando- solo supuse que él lo habría intentado -me encogí de hombros y seguí caminado tomando su brazo.

-Si... si lo hizo -agachó la cabeza con desánimo y me dio la idea de que Hoseok talvez se había aprovechado de la inocencia que predominaba en mi amigo- pero yo salí huyendo –prosiguió enseguida haciéndome cambiar mi idea. No entendía a dónde se había ido toda su confianza.

-¿Qué hiciste qué? -traté de no reírme ante la imagen de Tae huyendo.

-Él se acercó de repente y me puso demasiado nervioso -me contó dirigiendo su mirada al frente- acarició mi mejilla y comenzó a acercarse lentamente -hizo una pausa larga y mordió su labio.

-¡Ahh! -me hallaba emocionado con lo que me estaba contando- ¿Y qué pasó luego?

.¡Te digo que salí corriendo! -me soltó de repente y después de elevar dramáticamente sus manos al airé las puso a cada lado de su rostro- yo lo empujé lejos de mí con ambas manos y le grité que no me tocara.

-¿Qué? –inconscientemente comencé a reírme- ¿por qué hiciste eso? -solté entre carcajadas que no pude contener por más tiempo- en serio que eres torpe.

-¿Crees que no sé eso? –me miró entre enojado y ansioso- ¡ahora no sé cómo voy a verlo a la cara! ¡El chico de mis sueños iba a besarme y yo acabé haciéndolo a un lado!

Lo rodeé con mi brazo tratando de reconfortarlo y continuamos caminando pero, en cuanto llegamos y vimos a Yoongi y a Hoseok, Tae salió corriendo a esconderse directo al baño. Entré presuroso a buscarlo y después de un largo rato acabé convenciéndolo de que me ayudara a entregarle la carta a Yoongi.

-Vamos Tae -lo incité mientras ellos venían caminando hacia nosotros por el pasillo- solo acércate y dásela a Yoongi -lo empujé levemente hacia enfrente- de paso aprovechas y saludas a Hoseok.

-No... mejor dásela tu -la extendió para devolvérmela y tras un rato más forcejeando acabó caminando con la cabeza gacha hacia ellos.

Lo vi extenderle el sobre a Yoongi, que lo miró confuso, y cuando Hoseok puso la mano en el hombro de Tae para que volteara a verlo, mi amigo se encontró con su sonrisa y, como lo esperaba, nuevamente salió huyendo.

-¡Taehyung! –grité corriendo tras él- ¡basta! ¡él no estaba molesto! ¡te estaba sonriendo!

Reí ante la reacción de mi amigo y tras otro largo tiempo de estarlo convenciendo, caminamos de regreso a nuestro edificio.

Me sorprendió que en el centro del pasillo había un grupo de chicos apoyando una pelea y Tae y yo nos acercamos para ver de quién se trataba.

Ambos quedamos paralizados cuando vimos que era Hoseok golpeando el rostro de Yoongi mientras él lo empujaba con sus manos y trataba de levantarse del piso.


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